La guerrilla debe comprender que la sociedad colombiana quiere la paz, pero la paz con una sociedad unida, no dividida. Para ello propongo:
1. Respetar la decisión del pueblo colombiano frente al Acuerdo Final votado en el plebiscito. Dicho acuerdo no se puede cumplir y es inejecutable.
2. Reconocer que en Colombia no hay amigos y enemigos de la paz.
3. Este debe ser un diálogo entre quienes estamos en el marco de la Constitución y tiene como propósito conseguir un Acuerdo Final con las Farc ajustado al mandato dado el pasado 2 de octubre por el pueblo: las razones del ‘No’.
4. Antes que renegociar cualquier cosa con las Farc debe haber una negociación con la sociedad colombiana. Pongámonos primero de acuerdo quienes estamos dentro de la institucionalidad.
5. No existen inamovibles en el contenido del Acuerdo Final suscrito entre Santos y “Timochenko”. Todo, hasta una coma puede ser revisada o modificada.
6. Quien tiene la facultad exclusiva de llegar a un Acuerdo con las Farc es el presidente de la República, pero en este momento, teniendo en cuenta el mandato popular, dicha facultad debe ser ejercida para llegar un Acuerdo Final que recoja las preocupaciones de la mayoría expresada en las urnas.
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