En Colombia, las cifras indican recuperación, pero esta parece ser más lenta a lo registrado en 2009 y en 2012, cuando el precio del petróleo repuntó de manera acelerada en el primero y permaneció en niveles altos en el segundo. En ambos períodos se presentó un escenario más benévolo para las economías emergentes. Además, si bien observamos una mejora en la opinión de los consumidores y de las empresas en las encuestas de Fedesarrollo, las condiciones actuales deben ponerse al día frente a las expectativas que han repuntado en parte por el cambio de Gobierno. En el segundo trimestre, la variación del Producto Interno Bruto (PIB) en Colombia fue 2.77 %, frente a lo registrado en el mismo trimestre de 2017 (1.70 %), lo que llevó el crecimiento anualizado a 2.09 %, el más pronunciado desde el tercer trimestre de 2016. En el trimestre, el mayor crecimiento estuvo liderado por la administración pública, defensa, y comercio.
Pensamos que el crecimiento de la economía en 2018 puede estar cerca de 2.8 % y en 2019 entre el 3 y 3.5 %. Por ahora, pensamos que la tasa de intervención debe seguir en 4.25 %. Con respecto a la tasa de cambio consideramos que deberíamos registrar fortaleza adicional del peso colombiano frente al dólar al desmarcarse de la crisis de Turquía y de otras situaciones idiosincráticas en economías emergentes y latinoamericanas.