Los recursos más importantes para nuestro departamento en el futuro cercano y lejano provendrán de Hidroituango. Estamos ante un proyecto complejo atado a relaciones complejas y eso lo hace fácilmente manipulable ante la opinión. El Departamento tiene el 52 %, EPM el 47 % y algunos privados menos del 1 %.
La Gobernación de Antioquia, como socio mayoritario, tiene que prepararse para manejar a EPM como un contratista de una gran obra. Esto puede traer más tensiones. Controlar a EPM pareciera prohibido en esta tierra pero hay que cumplir con el deber así no guste. Es nuestra obligación como dueños hacer reclamaciones al contratista. Eso no se puede omitir, eso no es una ofensa, eso no es meterse en asuntos privados o confidenciales de EPM. EPM como contratista constructor de Hidroituango y de la Gobernación no se puede declarar intocable para no responder ante quien lo contrató. No se puede alegar intereses estratégicos para tapar errores catastróficos.
Todo contratista tiene unas obligaciones que cumplir, y en particular el contrato Boomt entre Hidroituango y EPM tiene obligación de entregar la hidroeléctrica operando el 28 de noviembre de 2018. Y por eso la preocupación de la Gobernación.