El principal problema que tiene el país en materia económica es la política económica. Una política que se fundamentó desde comienzos del siglo en atraer capital extranjero, para lo cual el país tenía que estar preparado económica y fiscalmente para poder financiar ese modelo.
Si el país no tiene el desarrollo ni las finanzas públicas para garantizar esas rentas, entra en una situación recurrente de déficit en sus cuentas externas y en sus cuentas fiscales. Para desarrollar ese modelo el país se tuvo que endeudar de manera extraordinaria.
Ese es el roto fiscal que tiene. Colombia se endeuda para pagar y paga para endeudarse.
Aunque el país esté manejando un presupuesto de 240 billones, al final de cuenta es de 170 billones y muchos de ellos con destinación específica, como el pago a los pensionados del Estado.
El problema no es quitar tres pesos aquí, comprar menos o rebajar un costo allá. El problema es de política económica, y el peor error es continuar con la misma. Este es un Gobierno que de entrada tiene que resolver cómo se financia por un tiempo y le deja el problema al siguiente. Un Gobierno que pone un parche, que se endeuda más y le prende una vela al santo de su devoción a ver si se aparece un yacimiento petrolero.