Lo que más llama la atención de los resultados de la Encuesta es la alta proporción de ciudadanos que dice no saber sobre los proyectos más importantes que se ejecutan en su municipio y sobre los proyectos prometidos aún no ejecutados. En promedio, entre un 40% y 50% no saben sobre estos asuntos. En cuanto a los proyectos puntuales hay una tendencia a identificar la acción pública con obras de infraestructura, pero se reconoce mucho menos lo relacionado con bienes y servicios sociales. Lo que peor califican los ciudadanos es la gestión para el empleo. El desempeño en los últimos años muestra unas barreras estructurales difíciles de desmontar si no se logra una visión y acción compartida como región.
El gran contraste es que si el gobernante percibe que lo que importa es la obra física y además conoce que el ciudadano tiene poca memoria e interés frente a la agenda acordada en los Planes de Desarrollo, habrá pocos incentivos para ocuparse de los desafíos más estructurales que demandan la acción conjunta en el área metropolitana. El reto que evidencia la encuesta es que se requiere un ciudadano más informado sobre lo público, sin ello será muy difícil propiciar una gestión pública más efectiva y en sintonía con las necesidades de los ciudadanos.