Desde su extensa experiencia como el militante de izquierda que dice alguna vez fue, Luis EduardoGarzón,ministro de Trabajo, está convencido que los diálogos de paz con las Farc y los que recién inician con el Eln servirán para afianzar la economía del país una vez se llegué al final de estos.
En entrevista con EL COLOMBIANO, aseguró que ese renacer puede y debe salir del campo colombiano, en el que la inversión y la llegada de proyectos servirán para hacer de Colombia una nación más competitiva.
¿Se ha pensado en alguna estrategia para las oportunidades laborales para los que dejen las armas?
“Nosotros no estamos trabajando en función de qué hacemos con el guerrillero. Estamos diciendo que aporta el proceso de paz para la generación de empleo. Me explico: creemos que el campo hoy puede ser sujeto de derecho para lograr superar la informalidad por formalidad, para generación de empleo”.
Un estudio de la Universidad de Nacional dice que el campo se está quedando solo. ¿Cómo implementar esta estrategia?
“Cuando la gente le dice a uno para qué sirve el tema de La Habana pues yo digo que tiene que ver con un campo que siempre ha sido desconocido, con un ruralidad que necesita ser una opción competitiva, con un trabajador que tenga seguridad social, con un joven que no tenga que desertar del campo, con un desplazado que pueda volver con confianza no solo porque no lo maten sino porque tenga trabajo. En ese sentido la Universidad Nacional tiene razón en relación con que el campo se ha quedado solo, pero esta es la primera vez que se mira por todos los lados. El campo terminó siendo hoy un factor de iniciativas, como las zidres”.
¿Hay algún plan o proyecto de inserción laboral rural de la guerrillerada que no conozcamos y que se esté trabajando con La Habana?
“Tenemos un a orden del presidente Juan Manuel Santos en decir tengan listo esto. Firmados preacuerdos tenemos que tener listo todo. Sena, asociatividad a través de cooperativas, todos los acuerdos los hemos trabajado. Tenemos por lo menos cinco iniciativas para enfrentar la situación macroeconómica en América Latina y en Colombia, y una de ellas es el posconflicto. Hay evaluados proyectos por 1.6 billones de pesos. Tenemos un acuerdo con las cajas de compensación sobre el fondo de solidaridad cesante donde vamos a tener 250.000 millones. Si sale la ley que ya pasó en primera vuelta, para que podamos aplicar los 250.000 millones de pesos ya en proyecto concretos”.
¿Cómo lee la caída de la tasa del desempleo en los últimos reporte del Dane?
“Me preocupa pero no es el Apocalipsis. Nos preocupa porque se tiene proyectado el crecimiento de la economía para el 2016 en el Plan de Desarrollo en el 4.8. Hoy no lo tenemos en tres pero tenemos que evitar el racionamiento para que no nos baje”.
Fedesarrollo ha reclamado una reforma laboral. ¿Qué tan cerca está esa reforma?
“El tema de llegar a un solo dígito no fue por obra y gracia del Espíritu Santo. Se hicieron dos reformas: la del primer empleo con exenciones muy importantes para los empresarios, y la reforma tributaria del 2012 que le quita costos a la nómina en temas como el Sena y Bienestar Familiar. Lo único que le está quitando la reforma tributaria es el cuatro por ciento a las cajas de compensación, eso es en algunos sectores como Anif y Plan de Desarrollo. Esa discusión yo no la comparto. No creo que las cajas de compensación que tiene que hacer revisiones y ajustes, las liquidemos”.
¿Como va el año la inflación no alcanza en relación con el salario mínimo?
“No, ya en este momento se lo comió. Hay un ejercicio del ministro Agricultura y todos estamos haciendo un esfuerzo en el control de precios, y aspiro a que en el segundo semestre esto baje sustancialmente, pero más allá de la mirada de inflación me parece absolutamente clave mirar el ritual cómo se va a definir el salario mínimo porque nos está llevando a un desgaste cada año”.