Cada vez es más común escuchar casos de personas que utilizan inteligencia artificial para realizar tareas en el trabajo. Uno de los ejemplos más recientes ocurrió cuando la Corte Suprema de Justicia anuló por primera vez una decisión porque un tribunal había citado jurisprudencia inexistente.
El caso se originó en Sincelejo, luego de que una ciudadana interpuso una tutela contra el tribunal superior de esa ciudad por revocar un fallo basándose en dos sentencias que, al ser verificadas, no contenían lo que el tribunal afirmaba.
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A esto se suma el episodio del fin de semana pasado, cuando el diario El Espectador admitió que uno de sus colaboradores utilizó IA para elaborar sus contenidos.
Esto sigue poniendo en tela de juicio los límites del uso de la IA en los entornos laborales, una discusión que es ética, pero, sin lugar a dudas, también jurídica.
Según Bernardo Sandoval, abogado de derecho corporativo en Scola Abogados, una empresa sí puede iniciar acciones de descargo, de despido e, incluso, acciones judiciales contra un empleado al que se le haya comprobado algún tipo de estafa o uso indebido de la inteligencia artificial que perjudique al entorno laboral. Esto puede depender del tipo de falta en la que haya incurrido.
Diana Milena Bolívar Sánchez, abogada líder de derecho laboral en Scola Abogados, dijo que, el uso indebido de herramientas de inteligencia artificial no es un asunto menor, ya que su mal manejo puede comprometer desde la confidencialidad de la información corporativa hasta la propiedad intelectual de terceros, la protección de datos personales e, incluso, generar riesgos reputacionales o regulatorios en la compañía en la que desempeñe su cargo.
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