Medellín vuelve a destacarse como una de las ciudades más competitivas del país, de acuerdo con el más reciente informe Índice de Competitividad de Ciudades 2025 (ICC), elaborado por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario. La capital antioqueña se consolidó como la segunda ranking nacional, con un crecimiento del 8,68% con respecto al año anterior y un puntaje del 6,67.
Medellín hace parte del grupo de ‘Metrópolis consolidadas y en expansión’, liderado por Bogotá, seguido por el territorio paisa y Tunja. Entre las novedades: Cali, que tradicionalmente ocupaba posiciones más altas, quedó por debajo de la capital boyacense en esta edición.
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Medellín sigue marcando el paso
El ICC evaluó 92 indicadores en 13 pilares, entre ellos infraestructura, innovación, educación, salud, entorno de negocios y mercado laboral. En esa radiografía, Medellín destaca en adopción de tecnologías, ubicándose tercera; infraestructura, ocupando el puesto 2, entorno para los negocios, siendo segunda, e innovación como tercera.
Estas fortalezas no son casualidad, pues la que fue considerada la ciudad más innovadora del mundo en 2013 ha hecho de la tecnología y la educación superior su carta de presentación. Pues hoy en día, cerca del 10% de los estudiantes universitarios están matriculados en programas TIC, y el dominio del inglés, en el que ocupa el segundo lugar nacional, la encaminan hacia una urbe que piensa globalmente.
Además, su red de infraestructura y transporte mantiene indicadores sobresalientes: segundo lugar en conectividad aérea y cobertura eléctrica, y uno de los mejores desempeños en acceso a servicios públicos y transporte público.
“Medellín ha demostrado que la innovación no solo ocurre en los laboratorios, sino también en la gestión pública, la movilidad y la cultura ciudadana”, destacó el informe.
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Deudas que tiene Medellín por saldar
Pero no todo son buenas noticias, pues el ICC también reveló alertas en sostenibilidad ambiental (puesto 13) y educación básica y media (puesto 17). A pesar del progreso en educación superior, la ciudad aún enfrenta brechas en calidad y cobertura en los niveles escolares más tempranos.
En sostenibilidad, los desafíos son aún más urgentes. El bajo desempeño en eficiencia del uso del agua y número de negocios verdes refleja que la transición ecológica todavía no despega con la fuerza que demanda una ciudad industrial como Medellín. “Son ecosistemas maduros que siguen expandiendo su escala y digitalización, pero con riesgo de cuellos de botella si no aceleran la infraestructura verde y la innovación ambiental”, explica ICC.
Empleo y desigualdad, los otros retos
El mercado laboral también muestra contrastes. Aunque Medellín es la tercera ciudad con mejor desempeño laboral del país, los niveles de desempleo e informalidad siguen siendo significativos: pues solo 8,6 de cada 100 personas de la fuerza laboral están desempleadas y 3,5 de cada 10 trabajadores son informales. Por ende, la lectura es que la ciudad está generando oportunidades, pero no siempre bajo condiciones estables ni con acceso pleno a la seguridad social.
Además, la brecha entre el salario mínimo y la línea de pobreza sigue siendo estrecha, lo que presiona los ingresos de los hogares y limita la movilidad social.
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Innovación que inspira
Aun con sus desafíos, Medellín mantiene viva su reputación como una ciudad innovadora. Ocupa el tercer lugar nacional en innovación, con avances en registro de marcas, productividad científica e investigación de alta calidad. También muestra una sólida estructura financiera (puesto 4), con altos niveles de bancarización y cobertura de seguros, lo que contribuye a fortalecer su tejido empresarial.
Medellín encarna el espíritu de una urbe que “ha aprendido a reinventarse” después de cada crisis. Sus esfuerzos en educación técnica, formación para el trabajo e infraestructura digital son prueba de un modelo de desarrollo que busca conectar talento, productividad y bienestar.
“Más que subir en el ranking, lo importante es entender qué mueve la competitividad urbana, cómo cambia y dónde actuar primero”, concluyó el Consejo Privado de Competitividad.