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Lamborghini, Ferrari y mansión: así era la vida del estafador que hizo pirámide con los Air Jordan
Pasó de ser un revendedor de los reconocidos tenis fabricados por Nike, a un millonario estafador.
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Con el último pedido de los Air Jordan que captó, el hoy procesado se embolsilló más de $300.000 millones. FOTO: INSTAGRAM.
05 de agosto de 2022
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Michael Maleksadeh es un personaje tristemente célebre por estos días; es el dueño de una empresa intervenida judicialmente desde mayo por defraudar a millones de clientes que le encargaron un modelo de los insignes Air Jordan.
El protagonista de esta historia es residente del estado de Oregon (EE. UU.) e inició una compañía dedicada a comercializar el calzado con el sello de la leyenda del baloncesto. La demanda por esos modelos es tanta, que el fabricante, Nike, se da el lujo de sacar una colección con pocas existencias y, luego, los que alcanzan a comprar pueden revender a precios astronómicos.
Ese precisamente era el fuerte del hoy procesado, quien sacaba ganancias de ese mercado de la reventa y hasta ahí todo bien. Pero el problema llegó cuando se comprometió a vender los Jordan 11 Cool Grey a unos US$115. Ese precio no era ni la mitad del valor para ese modelo, que ni siquiera había salido al mercado y estaban avaluados en US$225.
Al ver la ganga, más de uno se frotó las manos y comenzaron a llegar pedidos. Y la promoción pasó de voz en voz y cada día llegaban cantidades exageradas de encargos. Finalmente, Michael Maleksadeh quedó con una obligación de 600.000 pares de zapatos que cobró por adelantado.
Preste atención a este dato: al supuesto vendedor le entraron US$70 millones por parte de las personas que confiaron en su promesa. A la tasa de cambio de hoy en Colombia, esa cifra se traduce en más de US$300.000 millones. Pero este comerciante abusó de su suerte y el castillo de naipes se le desplomó.
De los 600.000 pares que le encargaron, solo pudo conseguir 6.000 y a los clientes que dejó esperando les envió rembolsos que complementó con tarjetas de regalo. Esta vez, su esquema piramidal no funcionó. En el pasado, cuando los encargos eran más pequeños, se embolsillaba el dinero y los pedidos viejos los cubría con los anticipos del siguiente lote.
De esa manera, y con 39 años de edad, Michael construyó un imperio en Oregon con su pirámide de los Air Jordan. Obviamente, la molestia entre los estafados derivó en una investigación judicial y actualmente la empresa está intervenida, aunque no se sabe exactamente en qué fecha pasó de ser un revendedor a un timador.
En su mansión, ubicada en Oregon, las autoridades encontraron US$1,8 millones ($7.740 millones), un conjunto de relojes avaluado en US$400.000, un closet con una colección personal de los famosos Jordan. Y como en casi todas las casas de grandes estafadores en la historia, hallaron vehículos de lujo marcados con el símbolo de Ferrari, Lamborghini y Bentley.
El abogado de Michel declaró recientemente que su representado nunca ha negado la responsabilidad y defendió que este entregó la compañía a un administrador judicial y proporcionó millones de dólares de sus activos personales a las autoridades. Entre ellos, su colección de zapatillas, que serían parte del patrimonio destinado para indemnizar a las víctimas.
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