Durante el Foro “Seguridad y soberanía energética: construyendo un futuro sostenible”, encabezado por EL COLOMBIANO, el Clúster de Energía Sostenible de la Cámara de Comercio de Medellín y la Universidad EIA, expertos del sector energético, como Sandra Fonseca, presidenta Asoenergía; Francesco Bertoli,CEO de Enel Colombia y Centro América; Juan Esteban Hincapié, CEO y cofundador de Erco Energía; Ricardo Sierra, CEO de Celsia, o Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, se dieron cita para exponer sus preocupaciones y propuestas alrededor de cómo construir un futuro con base en la seguridad y soberanía energética.
Sierra, de Celsia, expuso que una de las mayores preocupaciones para agentes del sector es la falta de gas y el alza de los precios.
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Según él, la situación actual—en la que las reservas de gas pasaron de 2,82 terapies cúbicos en 2022 a 2,37 terapies cúbicos en 2023, que en años se traduce que Colombia solo tiene 6,1 años de gas—, ha hecho que las empresas comiencen a pensar en qué procesos se pueden electrificar y qué tanto pueden autogenerar.
“Pero no todos pueden hacerlo. Como las compañías que están en la mitad de complejos urbanos. ¿Qué les estamos diciendo a los clientes? Eficiencia energética”, comentó.
Agregó que, por ejemplo, aunque la planta térmica Tesorito II, que tiene Celsia en Córdoba, ya cuenta con todos los permisos y licencias para operar, no tiene suministro de gas garantizado.
“No hemos podido encontrar una molécula. Y hemos hablado con todo el mundo.Hemos tratado de co-invertir hasta en campos y eso no da.Y esto no se va a resolver, menos cuando acaban de anunciar el fast track para prohibirel fracking, una cosa absurda.Es de verdad una tristeza, porque nos están dejando una bomba de profundidad a dos o tres años en Colombia”, señaló Sierra
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Una regulación “excesiva”
Los expertos y empresarios concordaron en que en Colombia hay un “exceso” de regulación para los proyectos energéticos. Para el líder de Celsia se deben “limpiar muchas regulaciones que son obsoletas” y crear otras que faciliten la demanda. Por ejemplo, que se pueda cambiar fácilmente de comercializador.
A su turno, Bertoli, de Enel, contó que la compañía se demoró unos cinco años en construir una subestación eléctrica, entre el momento de la toma de decisión y la puesta en operación.
El lío, añadió, es “lo que se pierde” en licenciamiento, la gestión y las comunidades: “Que haya un acompañamiento para entregar confianza regulatoria, institucional y social es lo más urgente en el corto plazo”.
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Las tarifas de energía
Los expertos también debatieron sobre los precios de la energía. Para Sierra, “bajar las tarifas a sombrerazos, porque sí, está haciendo daño” y afectando el ambiente regulatorio.
“Cuando uno compara a Colombia con tarifas a nivel latinoamericano, en países que no tienen ni subsidios ni contribuciones, somos muy competitivos, estamos en la mitad de la parte baja de la tabla (...) Pero hoy, la nueva señal de remuneración en comercialización tumba entre el 30% y el 40% de los ingresos de las empresas. Entonces, ¿cómo vamos a trabajar para generar nuevos productos y servicios en ese frente?”, continuó.
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Agregó que preocupa que el Gobierno quiera determinar cuáles son las utilidades justas que debe tener una empresa de servicios públicos: “¿Qué sigue? Hablar de inversiones en un ambiente regulatorio tan hostil, en estas incertidumbres que hay en el Congreso de la República frente a inversiones, es muy difícil”.
Al respecto, Fonseca, de Asoenergía, indicó que “el tema no es bajar tarifas a sombrerazos”, pero desde el punto de vista de la demanda, se necesita recibir lo que se está pagando.
“Cuando miramos cómo están compuestas las tarifas, o lo que cobran a toda la demanda regulada, vemos que no estamos pagando solo el consumo actual, sino también las inversiones que todos estamos deseando a corto, mediano y largo plazo. Cuando se calculan las tarifas, no solo es el consumo de hoy, es también la energía de mañana. Es tener tarifas razonables, justas y eficientes. Tenemos que recibir por lo que estamos pagando en temas de inversión”, resumió.
Los expertos puntualizaron que es necesario que el Gobierno Nacional envíe señales de certidumbre jurídica y regulatoria. En palabras de Jorge Valencia, exdirector de la Creg y la Upme, quien también participó en el foro, es importante la toma de decisiones adecuadas y a tiempo, sobre todo en lo social y ambiental, para garantizar la soberanía y competitividad energética del país a largo plazo.
Lo anterior, puesto que si bien el mundo avanza cada vez más hacia una economía descarbonizada en la que sus matrices energéticas provengan de recursos renovables, la transición hacia esa meta no es fácil ni rápida, y requiere de una planificación bastante cuidadosa.
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El debate toma forma en momentos donde el sector energético en Colombia, que ha garantizado confiabilidad durante los últimos 30 años, ha enfrentado unos últimos años de retos desde el punto de vista de incertidumbre y un potencial “apagón financiero”.
