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“A futuro vemos a Sura y Argos sin participaciones cruzadas”

Así lo afirmó Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos, al explicar los pasos que se están dando.

  • Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos. FOTO camilo Suárez
    Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos. FOTO camilo Suárez
16 de marzo de 2024

El 2024 sigue marcando una época de cambios para el Grupo Argos, periodo en el que, entre otros asuntos, debe finalizar los compromisos del Acuerdo Marco pactado para desinvertir su participación en Nutresa, tomar definiciones frente al papel que cumplirá como principal accionista de Sura y sortear el entorno de bajo crecimiento económico que se cierne sobre sus negocios estratégicos: cemento, energía y concesiones de infraestructura.

En diálogo con EL COLOMBIANO, Jorge Mario Velásquez, presidente de la compañía que recientemente celebró sus 90 años de existencia, detalló algunos de los planes que pretende ejecutar y que serán determinantes en el desempeño futuro del holding de infraestructura, que en 2023 consolidó ingresos por $22,6 billones y ganó $1,4 billones, cifra consideradas como las mejores en 9 décadas.

¿En qué escenario se movieron los negocios, y cuál fue el resultado de ese ejercicio del 2023?

“La próxima asamblea de accionistas, del 21 de marzo en Plaza Mayor, se hará en el marco de los 90 años de fundación de Grupo Argos, que fue el 27 de febrero de 1934. Esa es una historia de emprendimiento que nace en Medellín y que a través de los años se convierte en un conglomerado de materiales de construcción, de energía, infraestructura y rentas inmobiliarias grande e importante, pero que nace como un emprendimiento con todas las dificultades de este. Y además de reconocer la historia de quienes construyeron esta organización durante 90 años, desde sus fundadores, líderes y colaboradores, diría que otro elemento momento muy importante, es que presentaremos los resultados históricamente más altos de la organización. Vale anotar que fue un año en el que se realizaron unos cambios estratégicos y transformacionales muy importantes, que van a tener un impacto en la vida futura de la organización”.

Una de las grandes operaciones que el año pasado le dio un giro al negocio de cementos fue la alianza con Summit Materials en Estados Unidos, ¿en qué está ese negocio?

“Es la transacción transformacional más importante que ejecutamos el año pasado, y una de las más importantes de la historia empresarial colombiana. Esa compañía está listada en la Bolsa de Nueva York, y en la fusión de los activos de Argos USA y Summit pasamos de tener presencia en doce estados de la Unión Americana a 30. Esta es una compañía que hoy tiene una valoración de US$9.000 millones y si uno considerara solo la porción que tiene Summit en tamaño del mercado, esta sería la tercera empresa más grande de Colombia por capitalización bursátil, luego de Ecopetrol y Bancolombia. Es una organización que tiene una capacidad de once millones toneladas de cemento, 220 plantas de concreto, 200 minas de agregado, 5.500 millones de toneladas de reservas de agregados y un ebitda aproximado de un billón de dólares para este año 2024”.

¿Y todo eso se integró con lo que Cementos Argos tenía en Estados Unidos?

“Cuando aportamos los activos cementeros que se construyeron durante 20 años, poco a poco con inversiones en los Estados Unidos, los valoramos en US$3.200 millones. Entre el 12 de enero que cerramos ese negocio y hasta hace unos pocos días, las acciones que recibimos se habían valorizado US$7 cada una, es decir cerca de US$400 millones. Es decir, tuvimos unos activos en US$3.200 millones, y hoy valen US$400 millones más. Así que es una operación no solamente muy grande, sino que nos complementa entre cemento, concreto, asfalto y agregados, y nos da cubrimiento geográfico, muy importante en Estados Unidos”.

¿Y qué está pasando con Celsia, en un entorno de fenómeno de El Niño y también reenfocando algunos recursos de la operación que tenía en Centroamérica hacia Perú?

“Celsia también tuvo un año transformacional y uno de los primeros hitos que conseguimos fue la desinversión de los activos en Centroamérica por cerca de US$400 millones, eso nos permitió tener unos recursos frescos, pero simultáneamente desapalancar el balance en cerca de US$200 millones. Estamos ingresando en el Perú con un proyecto eólico que en su primera etapa tiene un parque que se denomina Caravelí de 218 megavatios de capacidad instalada. Y seguimos construyendo proyectos de energías renovables no convencional, básicamente solar en Colombia, donde llegamos ya a 300 megavatios de energías solares, con proyectos por cerca de 400 megavatios todavía por desarrollar en medianas, grandes y pequeñas instalaciones fotovoltaicas”.

¿Para los desarrollos eólicos en La Guajira que tienen pensado?

“Celsia fue adjudicataria de la subasta de capacidad del año 2019, y por distintas razones, permisos ambientales, consultas, dificultades para terminar las líneas de conexión, pues no se ha podido materializar la construcción de esos dos parques eólicos de 330 megavatios de capacidad instalada. Dentro de las alternativas que hemos manifestado está la venta de esos proyectos, pero si los proyectos se materializan, porque los permisos salen o porque la colectora se construye, hemos ratificado también nuestro interés en seguir invirtiendo en Colombia y en La Guajira en particular, pero tienen que darse las condiciones para poderlos hacer”.

¿Y hasta cuándo esperarán esa oportunidades?

“Los equipos que teníamos comprados para los proyectos de La Guajira los estamos colocando en Perú, pero se pueden reponer, de manera que en la medida en que haya permisos y la facilidad de construir, pues volveremos a evaluar esos proyectos”.

¿En concesiones, en cuál escenario está Odinsa?

“Luego de la materialización de dos transformaciones muy importantes que fue la creación de dos plataformas, una de vías y una de aeropuertos con Macquarie, donde entramos a compartir como socios los activos actuales y todo el programa de expansión a futuro, dedicado a desarrollar proyectos viales y aeroportuarios de gran impacto. En los proyectos viales tenemos el Túnel de Oriente, la conexión Centro que son los sistemas viales de Autopistas del Café la perimetral de La Sabana que es un proyecto en Bogotá y tenemos la malla vial del Meta que es todo un proyecto que ya está en construcción. Y en el tema aeroportuario hay dos grandes iniciativas, el aeropuerto de Cartagena que sigue en estructuración, y un proyecto de ampliación del aeropuerto de Bogotá, que es de gran calado de unos US$2.500 millones para llevar la capacidad del aeropuerto de 40 millones a 60 millones de pasajeros, así como unas modificaciones y mejoramiento en las pistas, en los sistemas de iluminación y de rodaje. Desde luego ese es un paquete de proyectos que está en estructuración y en distintas fases de prefactibilidad o factibilidad, y que en la medida en que se den las condiciones de seguridad a la inversión y garantías de mediano y largo plazo iremos contratando de la mano de Macquarie”.

¿Así las cosas, el paquete de inversiones este año de Cementos Argos, Celsia y Odinsa, de qué orden es?

“En teoría, solo los proyectos que tiene Odinsa suman US$4.500 millones, es una cifra parecida a $18 billones de inversiones en infraestructura. En los que tenemos en Cementos Argos y en Celsia están comprometidos $2 billones para ejecutar este año. De manera que esta organización sigue creyendo en este país, sigue invirtiendo y en este país”.

¿Pero, los US$4.500 millones de Odinsa serían para proyectos más allá de 2024?

“Desde luego, es un plan de inversión de aproximadamente 10 años”.

Pasados estos primeros 90 años, ¿cuál va a ser el siguiente paso trascendental para seguir creciendo?

“Otro de los hitos importantes del último año fue la desinversión de la participación que tenía el Grupo Argos en Nutresa de 9%, y como consecuencia de ello al final del segundo intercambio de acciones con la familia Gilinski e IHC, que se deberá realizar en el mes de abril, Argos va a incrementar su participación considerablemente en el Grupo Sura. De ahí viene un análisis que venimos haciendo sobre el futuro del Grupo Argos y Grupo Sura como conglomerados con participaciones cruzadas (Argos tiene 17,9% de Sura y Sura tiene el 36,03% de Argos). A futuro nosotros vemos a cada uno de estos dos grupos como dos corporaciones independientes sin participación cruzada, listadas eventualmente en bolsas líquidas como Nueva York e invitando a socios que participen estratégicamente en ellas y una dedicada al tema financiero y la otra a materiales de construcción e infraestructura. Yo creo que ese es el proyecto transformacional más relevante que estamos estudiando y abordando en este año. Creo que esto va a sentar las bases de lo que serán la arquitectura organizacional del Grupo Argos y Grupos Sura para las próximas décadas”.

En otro momento usted mencionaba la posibilidad de que Argos como accionista relevante de Sura podría buscar un socio estratégico para el conglomerado financiero, ¿como encaja ese eventual descruce accionario?

“Esas no son opciones excluyentes, pueden ser complementarias, es decir, nosotros estamos estructurando mecanismos mediante los cuales puedan venir socios a las compañías con los cuales podamos listar estas compañías en la bolsa de Nueva York y mecanismos mediante los cuales, no necesariamente, las compañías tengan participaciones cruzadas. Lo que queremos garantizar es que se mantengan las externalidades que estas compañías han producido para sus accionistas, para sus grupos de interés, y que continúen siendo compañías colombianas, antioqueñas, e irrigando riqueza y bienestar a sus proveedores, clientes y empleados, pero que cada una de ellas pueda tener una visión mucho más clara, una en servicios financieros y otra en el negocio de materiales de construcción e infraestructura”.

¿De qué va a depender que eso ocurra y en cuánto tiempo se daría esa transformación?

“Esto está siendo estudiado por ambos grupos de manera simultánea, y una vez tengamos un camino claramente definido, pues serán las juntas directivas las que lo aprueben y las asambleas de accionistas. Pero, yo espero que en el corto plazo podamos tener un camino definido y comunicado claramente de cómo va a ser el derrotero que vamos a seguir en los próximos años”.

Justamente, mañana se da otro paso para ejecutar la desinversión en Nutresa con la realización de una OPA, ¿cuál es la expectativa?

“Sí, empieza el periodo de aceptación de la OPA que se lanzó por el 23,1% de las acciones de Nutresa, oferta que se hace de manera simultánea entre Sura, Argos, IHC, JGDB y Nugil, para ofrecer a los accionistas minoritarios una de tres opciones. La primera a vender sus acciones a razón de US$12 cada una; la segunda, intercambiar las acciones que tienen por acciones de Sura y Sociedad Portafolio, y la tercera, permanecer como accionistas de Nutresa. Una vez finiquitado eso, nosotros terminamos el compromiso de transferir hasta el 79% de las acciones de Nutresa, y JGDB, Nugil e IHC salen completamente de Sura. Ese proceso esperamos finiquitarlo con el segundo intercambio que se va a dar hacia mediados o finales del mes de abril. Hacia el 22 de abril esperamos debe estar completamente finiquitado el segundo intercambio de acciones”.

¿Cuáles son las prioridades de Grupo Argos como principal accionista de Sura?

“Argos no tiene la vocación ni el interés de consolidar al Grupo Sura ni convertirse en una holding de servicios financieros. La vocación de largo plazo del Grupo de Argos es ser una holding de materiales de construcción y de infraestructura. Hay que reconocer que Argos como producto de este intercambio de acciones tiene una participación muy relevante en el mayor conglomerado financiero de Colombia. Por esa razón es que hoy están en estudio cuáles son las alternativas de largo plazo. Una es que quedemos con una participación con la que tenemos en Sura y de Sura en Argos. Lo que estamos buscando es un mecanismo que garantice la revelación de valor a los accionistas, una materialización de todas las externalidades que tenemos, pero que cada una de las compañías pueda terminar en una bolsa líquida, con accionistas institucionales y estratégicos de largo plazo y dedicada a su propio core de negocio”.

En un entorno de perspectivas económicas flojas, ¿cómo se enfrentan los vientos de desaceleración?

“La primera reflexión que hay que hacer es tener una visión de largo plazo, si una hace esa mirada se sale un poquito de la coyuntura y se va hacia lo más estructural. La primera acción es ser conscientes de que las organizaciones hoy tienen una obligación de ser más eficientes y en eso hay que seguir trabajando todos los días y ese es un mecanismo para poder minimizar los efectos de los ciclos económicos en la demanda. Esa mayor eficiencia se hace con inversiones, con tecnología, con el uso de herramientas digitales, con transformación de procesos, con apertura de nuevos mercados. El segundo elemento es con innovación. En la medida en que se innove se abren avenidas nuevas de crecimiento, nuevos productos, productos de más valor agregado, generación de demanda agregada que no existían. La tercera es poder tener la capacidad de entrar a nuevos mercados, llámese geografías o segmentos. Entonces yo creo que el empresario con visión de largo plazo y combina esas tres palancas, eficiencia, innovación y apertura a nuevos mercados logra cabalgar a través de los ciclos mucho mejor preparado que cuando simplemente se queda estático”.

Este fin de semana en la asamblea de ProAntioquia usted hizo mención a la pasada administración de Medellín, ¿cuál fue su reflexión?

“Esa reunión nos permitió ver a un alcalde y a un gobernador trabajando unidos por el bienestar de una región, con proyectos, iniciativas y decisión, y nos permitió ver un empresariado que tiene la clara decisión de seguir aportando a esa triada que nos ha hecho mucho beneficio durante tantos años, universidad-empresa-estado, y nos permitió sentir a todos la importancia del manejo transparente de lo público y de la ética como un principio básico para seguir aportando. Nos permitió además tener la oportunidad de compartir con los presidentes de la red pro, que son los presidentes de ProBogotá, ProPacífico, ProBarranquilla, ProRisaralda, y nos permitió, además, empezar a construir alternativas para generar crecimiento, construcción de obras civiles, infraestructura, y vivienda desde las regiones. Fue una asamblea muy diciente, porque fue la primera vez en 4 años que teníamos contacto con un alcalde de la segunda ciudad más importante del país, pero de la mano del trabajo con el gobernador, los empresarios, la academia y con otras regiones, todos decididos a seguir construyendo. Y respecto al pasado, lo que vivimos en Medellín fue una crisis institucional, una crisis de confianza en la ética que no se debe olvidar y que será la historia y las entidades de control las encargadas de juzgar lo que pasó aquí”.

¿También hizo un llamado al Gobierno Nacional?

“Hubo un llamado de Proantioquia, del gobernador y de los distintos actores que intervinieron a tener conciencia de que hay que terminar de aportar los recursos para concluir las obras de infraestructura que están en proceso. Se mencionaron el Túnel del Toyo y la vía de conexión de Antioquia con el puerto de Urabá con la terminación de Pacífico I. Tal vez con dos elementos principales, uno es que esas obras no son de Antioquia, son del país y habilitan el crecimiento y la competitividad. De manera que es un llamado al Gobierno para que reconsidere la no asignación de recursos a esos proyectos que son de todos los colombianos. También hubo una conversación alrededor de las iniciativas que desde las regiones se pueden gestar para continuar construyendo infraestructura o vivienda o reformas de vivienda o mejorar la calidad habitacional de la ruralidad, donde hay interés de los gobernantes locales de auscultar distintos caminos de financiación”.

¿Y cuando las opciones pasan por pedirle a la gente que aporte un millón de pesos, también son válidas?

“Son válidas todas las alternativas para generar una dinámica económica en las regiones. Hay distintos tipos: la valorización, los fondos de impacto, los aportes voluntarios como los que ha propuesto el expresidente Uribe puede ser un mecanismo. También, las vigencias futuras departamentales, así que tenemos que explorar con esos mecanismos adicionales a los que hay de la nación, cómo podemos hacer entre todos una dinámica económica creciente”.

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