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El pulso por el control del GEA apenas está midiendo fuerzas

Luego de las presiones y de las asambleas extraordinarias, Gabriel Gilinski se estrenará en juntas de Nutresa y Sura. Esta semana será clave para fijar posiciones.

  • Gonzalo Alberto Pérez, Presidente de Sura - Jorge Mario Velásquez, presidente Grupo Argos - Carlos Ignacio Gallego, presidente Nutresa - Gabriel Gilinski, miembro juntas de Sura y Nutresa
    Gonzalo Alberto Pérez, Presidente de Sura - Jorge Mario Velásquez, presidente Grupo Argos - Carlos Ignacio Gallego, presidente Nutresa - Gabriel Gilinski, miembro juntas de Sura y Nutresa
24 de abril de 2022
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El mano a mano por el control del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) es uno de los eventos corporativos más interesantes vistos en Colombia en los últimos veinte años.

De hecho, mientras este se sigue dando y desarrollando, se dice que las ofertas de Jaime Gilinski por Nutresa y Sura marcarán un antes y un después en la historia empresarial de Colombia y, claramente, de Antioquia.

Tras las negativas de Grupo Argos y Cementos Argos de participar en las terceras Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) por ambas empresas y los bloqueos en las juntas directivas de Sura y Nutresa para deliberar y decidir sobre esas propuestas, la última semana de abril marcará varios hitos importantes en la trama que arrancó en noviembre.

Uno de ellos se dará mañana lunes cuando termine el periodo de aceptaciones de la tercera oferta por Sura, con la que JGDB Holding –una empresa de Gilinski– pretende aumentar la porción que tiene del conglomerado financiero antioqueño.

En las dos rondas anteriores se hizo al 31,5% de la propiedad de Sura y busca agregar entre un 5,2% y un 6,5%. Desde el pasado 6 de abril la bolsa ha recibido 881 aceptaciones que representan 6,43 millones de acciones que podría comprar Gilinski, las cuales corresponden al 1,38% de las especies en circulación de Sura.

En contraste, la tercera OPA por Nutresa –que también comenzó el 6 de abril con un plazo inicial de cierre el 25 del mismo mes– se extendió hasta el 16 de mayo.

Nugil, otra firma de Gilinski que ya es dueña del 30,8% de las acciones, quiere más: entre 9,6% y 12% de Nutresa, ofreciendo US$12,58 por cada título. Hasta el viernes, la BVC reportó 173 aceptaciones por 369.038 acciones, que equivalen al 0,08% de las especies en circulación del conglomerado de alimentos paisa.

Con su presencia el martes y el miércoles en las asambleas de Argos y Sura, Jaime Gilinski dejó claro que está concentrado en tener el control de Nutresa, y al pedirle a las administraciones de estas sociedades que le vendan esas acciones, enumeró una serie de ventajas que se derivarían de esas aceptaciones.

Este mensaje será reforzado durante las reuniones de junta directiva de Sura y Nutresa que se deben celebrar de aquí al viernes, y en las que participará como miembro patrimonial Gabriel Gilinski, hijo de Jaime Gilinski.

Un anticipo de lo que será su actuación fue la petición que hizo el miércoles en la asamblea de Sura, donde luego de escuchar los argumentos de su padre pidió que de inmediato se realizara una reunión de la junta directiva para analizar las consideraciones expuestas, pero en ese espacio su solicitud no fue atendida.

En la reunión de junta de Sura prevista para el próximo jueves, Gabriel Gilinski no estará solo y será secundado por José Luis Suárez, miembro independiente del órgano directivo elegido a instancias de Gilinski.

Sus contrapesos serán Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos; Alejandro Piedrahita, vicepresidente de Finanzas del Grupo Argos; Carlos Ignacio Gallego, presidente de Nutresa, y los independientes Jaime Bermúdez y María Carolina Uribe (elegidos a instancias de Sura y otros accionistas).

Otra reunión de junta, que también deberá celebrarse antes de que termine este mes es la de Nutresa que tendrá a Gabriel Gilinski y a Ricardo Fandiño de la Calle (cuotas de Gilinski) como protagonistas.

Allí frente a la información y documentos que solicite y para escuchar las propuestas y requerimientos que hará, estarán Gonzalo Pérez, presidente de Sura; Jorge Mario Velásquez, presidente de Grupo Argos; Juana Francisca Llano, presidenta de Suramericana de Seguros; y los independientes Jaime Palacio y Maximiliano Londoño.

¿Vuelan golondrinas?

En la coyuntura actual, signada por la incertidumbre que provocó la pandemia, sus efectos adversos y los esfuerzos que todavía se ejecutan para recuperar la economía, la inyección de capitales en el mercado bursátil resultan saludables.

Para algunos esto abre la posibilidad de que los pequeños accionistas reciban mejores beneficios como resultado de sus inversiones.

De hecho, el Borrador de Economía 1195 del Banco de la República, publicado en Semana Santa, mencionó que bajo los diferentes escenarios, los retornos para los inversionistas fueron estadísticamente diferentes durante las OPA respecto a aquellos que se hubieran observado en tiempos normales sin la presencia de ese evento.

Una posible explicación del fenómeno podría atribuirse a la recomposición de portafolio de los inversionistas que decidieron realizar ganancias al aceptar las ofertas, o vender las acciones de Nutresa y Sura directamente en el mercado para luego adquirir acciones de las demás empresas cotizantes en bolsa.

También es posible que algunos agentes puedan haber estado arbitrando en el mercado en busca de ganancias, por ejemplo, comprando en el mercado esperando vender en las OPA.

El documento de Luis Fernando Melo, Camilo Andrés Orozco y Daniel Parra, que se aclaró no compromete al Banco de la República, contempla futuras OPA ya sea sobre Nutresa y Sura o sobre el resto de empresas del GEA (por ejemplo, Argos y Bancolombia), todo lo cual alentaría mayores precios de dichas acciones.

Pero, ante este tipo de movidas que pueden considerarse positivas, es prudente mirar cuál es la clase de inversión que las está apalancando.

“¿Son inversiones productivas? Uno de los riesgos que se corre es el de la llegada de capitales golondrina, que hoy están aquí y mañana se van para otra parte. No se puede olvidar que ese tipo de inversiones pasajeras en el corto plazo pueden resultar muy atractivas, pero a largo plazo pueden significar pérdida de valor, y por eso es que se van”, alertaron expertos asesores en competitividad.

En ese contexto, afirmaron que la apuesta de Gilinski por Nutresa y Sura, es de corte financiero, de lucro y de corto plazo, por lo que resultará pertinente mirar qué tanto aportarán estas transacciones al negocio de valor agregado, a la inversión productiva que genere empleo y al impulso de las exportaciones de productos sofisticados.

“También habrá que evaluar qué tanto aportarán estas movidas a la estrategia corporativa de Nutresa y Sura, es decir a la transparencia, al desarrollo sostenible, al compromiso con las comunidades que están en el entorno de cada compañía”, añadieron los analistas.

Desde esta óptica, el Centro de Pensamiento de la EIA advirtió que quienes hacen las ofertas por Nutresa son inversionistas de capital, no son empresarios del sector de alimentos ni tienen tradición de inversionistas en este sector, por lo que es difícil explicar que tengan un real interés en el desarrollo del negocio como tal.

La visión de los consultores empresariales que hablaron con este diario y de la EIA contrasta con las consideraciones que hizo Jaime Gilinski en la asamblea de accionistas de Nutresa, el pasado 22 de marzo, en la que manifestó que su objetivo era apoyar y continuar el crecimiento de la holding de alimentos.

“La idea es seguir haciendo de esta compañía la gran compañía que es hoy, así como una gran empresa con un futuro que, estoy seguro, será promisorio”, dijo entonces.

Enroque en la mira

En el primer lance de Jaime Gilinski hasta por el 62,625% de la propiedad de Nutresa su oferta fue de US$7,71 por cada acción, es decir que estuvo dispuesto a desembolsar por 286,81 millones de acciones la suma de US$2.211,3 millones.

Días más tarde le apuntó al 31,68% de Sura, ofreciendo adquirir hasta 148,23 millones de acciones, a razón de US$8,01 por cada especie. Para este negocio el cheque a firmar sería de US$1.187,35 millones.

La suma de esos ofrecimientos alcanzó los US$3.398,65 millones, pero las cifras para potenciales interesados como las compañías del GEA se alejaban significativamente del valor de las sociedades involucradas.

Cinco meses después, tras la realización de dos OPA en la bolsa colombiana, el banquero posee el 30,8% de Nutresa, el 31,5% de Sura, invirtiendo US$2.362,36 millones, es decir que Gilinski aún cuenta con US$1.036,29 millones, y espera que los terceros ofrecimientos, actualmente en curso, le permitan incrementar esos porcentajes (ver ¿Qué sigue?).

Viento a favor

Un detalle llamativo ocurrió el martes en la asamblea extraordinaria de accionistas de Grupo Argos, en la que Gilinski hizo presencia y donde justificó su intervención diciendo que como accionista relevante de Nutresa y Sura, indirectamente tenía una participación en la holding de infraestructura, aspecto en el que tuvo razón.

Y es que para los investigadores económicos de BTG Pactual el cruce propietario entre las compañías del GEA favorece las intenciones del banquero que busca ser el más influyente accionista en los principales conglomerados del GEA y sus respectivas subsidiarias.

A través de las transacciones planteadas como las OPA sucesivas y concurrentes por Nutresa y Sura, “creemos que la familia Gilinski tiene como objetivo asegurar el control de una cartera de activos operativos por valor de US$22.400 millones en términos de capitalización de mercado”, señaló BTG Pactual en referencia a las empresas paisas listadas en bolsa que hacen parte del GEA.

De ese bloque –además de los grupos Sura, Nutresa y Argos– hacen parte Cementos Argos, Bancolombia, Celsia y Protección, firmas que este fin de semana, según la BVC, totalizan una capitalización bursátil de $111,72 billones, unos US$29.254 millones (conversión hecha con la tasa representativa del mercado del dólar de $3.819,07 con la que cerró esta semana).

Respaldo lejano

Para apalancar las OPA, las firmas Nugil y JGDB Holding, del Grupo Gilinski, han contado con garantías y cartas de crédito de First Abu Dhabi Bank (FAB), considerado como el banco más grande de los Emiratos Árabes Unidos, y de cuya junta directiva hacen parte, entre otros, los miembros de la familia Al Nahyan que gobierna ese país: los jeques Tahnoon Bin Zayed y Saif Bin Mohamed.

En los cuadernillos de las OPA por Nutresa y Sura el oferente, es decir Gilinski, ha declarado que las adquisiciones de acciones se harán con recursos propios y con recursos de deuda, estos últimos por cuenta del FAB, y agrega que también podrá celebrar con bancos locales y/o internacionales mecanismos de cobertura o liquidez de corto plazo, para cubrir el riesgo en pesos al momento de convertir la financiación de adquisición en moneda extranjera otorgada por el banco de la familia real emiratí.

“Los recursos propios y de deuda serán suficientes y se encontrarán disponibles para el cumplimiento de las operaciones derivadas de las ofertas”, se lee en el documento

31,5%
de las acciones de Sura tiene Gilinski luego de realizar dos OPA a través de la bolsa.
El empleo que busca está a un clic

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