Durante mayo hubo 20,46 millones de personas ocupadas en Colombia y 3,79 millones desempleadas que se tradujeron en una tasa de desocupación de 15,6 %. Según Juan Daniel Oviedo, director del Dane, en términos desestacionalizados –comparando períodos sucesivos– se trata de un volumen de población sin trabajo no observado desde octubre del año pasado, cuando hubo 3,8 millones.
El funcionario expresó que aunque “no hay una medida de causalidad” para asociar esa dinámica al Paro Nacional, es natural que el contexto de afectación a la libre movilidad de mercancías y a la actividad económica, así como las medidas de contención sanitaria vigentes en el quinto mes repercutieran sobre la capacidad de reactivación del empleo.
Aclaró que si se buscan comportamientos llamativos del mercado laboral en el período de referencia, algunos de ellos son el aumento de la población que dijo haber trabajado menos horas, pues 3,19 millones lo aseguraron, en contraste con los 2,26 millones que lo afirmaban para mayo de 2019. Esto, explicado por la reducción de la actividad económica de las empresas, sobre todo en las ciudades principales.
Además, en el ejercicio de comparar la cantidad de población desocupada con respecto a enero del año pasado –época prepandemia– las cifras de mayo representan un incremento de 38,7 % que constituye el dato más alto en los últimos siete meses. Igualmente, Oviedo refirió que entre las cinco ciudades más grandes, Cali fue la única que aumentó su tasa de desempleo entre abril y mayo: de 19,9 % a 24,3 %.
Así, aunque insistió en que no se puede inferir que todo sea efecto de la coyuntura social, precisó que efectivamente hubo un retroceso en el índice de recuperación de la economía visto desde la reducción de la población desocupada.
Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), indicó que “las cifras muestran que esa recuperación de marzo y abril, que se venía dando en la tasa de desempleo, volvió a caer en mayo, gracias a la convocatoria del Paro Nacional, los bloqueos y todas las consecuencias que esto trajo en la economía”.
Para Cabal, se trata de una muestra clara de que en el segundo semestre que arrancó hoy “no debe haber más bloqueos, paros ni mucho menos restricciones derivadas de la pandemia” si se quieren reponer puestos de trabajo.
El lado optimista
Para el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, si bien la tasa de desempleo de 15,6 % representa un aumento respecto a la de 15,1 % vista en abril, “las noticias son parcialmente positivas” en tanto se esperaba un mayor deterioro por cuenta de la disminución de movilidad debido a los paros y bloqueos.
Pese al retroceso, Olarte cree que la economía mostró resiliencia en lo que a empleo respecta y planteó que por eso no es descabellado pensar en un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del orden de 6 % o 6,5 % este año.
Eso sí, anotó que definitivamente hay cerca de 1,5 millones de puestos de trabajo, de los que se han perdido en pandemia, que todavía no dan señales de reactivarse, por lo que esas personas “deben ser sujetas de políticas económicas de aquí al futuro, especialmente en los sectores de la educación, la agricultura y la manufactura”.
Para destacar otras noticias relativamente positivas hay que subrayar también los 3,2 millones de posiciones laborales recuperadas frente a mayo de 2020, las cuales se reactivaron en un 50 % dentro de las 13 ciudades principales del país y en los sectores de comercio y reparación de vehículos, construcción e industrias manufactureras.
Y si se quiere enfatizar por género, Oviedo mencionó que “por cada cuatro hombres que recuperaron su actividad, aproximadamente tres mujeres hicieron lo propio”, lo cual habla de “noticias positivas”, toda vez que en meses anteriores esa proporción fue más desigual.
Pese a ello no se debe olvidar el hecho de estar lejos de los números laborales de mayo de 2019, cuando no había efecto pandemia. Contrastando el quinto mes de este año con el balance 24 meses atrás se observa que aún falta recuperar 1,7 millones de empleos, porque para mayo de 2019 había 22,16 millones de ocupados.
“Cuando analizamos los 1,7 millones ocupados menos vemos que por cada tres hombres perdiendo su puesto de trabajo, hay siete mujeres que hacen lo propio”, reflexionó el director del Dane. Una dinámica preocupante de cara a solucionar los problemas en el frente laboral.
Sectores clave
Es clara, entonces, la necesidad de alternativas que permitan reengancharse al mercado laboral a aquellos que perdieron su ocupación tras la llegada de la pandemia y aún no lo logran, así como generar nuevas oportunidades para quienes no han podido acceder a su primer empleo.
Por eso, aseguró Mauricio Santamaría, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), la apuesta debe ser por los ramos de construcción, industria y comercio que “están teniendo un comportamiento excelente” y para los que será sustancial evitar nuevos cierres y bloqueos.
Sugirió también incentivar el trabajo de las mujeres en actividades generadoras de empleo, tener al sector público como puerta de entrada al mercado para los jóvenes, reducir la contribución de parafiscales a quienes contraten a estos últimos y promover becas para la educación en temas de TIC, entre otras alternativas. “Tenemos que hacer algo rápido y hay que realizar propuestas específicas”, fue su llamado.
De esta forma el mercado laboral cerró un mes difícil, y aunque las afectaciones no fueron tan grandes como se esperaban, todavía urge un ritmo sostenido de recuperación
15,8 %
tasa de desempleo en el Valle de Aburrá durante mayo de 2021: Dane.