El precio de la carga de 125 kilos de café rompió hoy el piso de los 700.000 pesos, al ubicarse en 694.000 pesos, según informó la Federación Nacional de Cafeteros.
Esta cotización es la más baja desde el 3 de mayo de 2016, cuando el valor del grano se ubicó justamente en 700.000 pesos.
Desde el inicio de abril y hasta el pasado viernes el valor de la carga osciló entre 702.000 pesos y 717.250, pero este lunes se produjo la baja hasta los 694.000.
Desde hace varias semanas, los caficultores advirtieron de la reducción de los precios, agravada por el menor valor de la libra en los mercados internacionales y el menor precio del dólar frente al peso, que tiene una Tasa Representativa del Mercado (TRM) de 2.725,47 pesos, nivel inferior a los 2.984 pesos con que arrancó el año.
En ese contexto, el Comité de Cafeteros de Antioquia, en representación de las 80 mil familias paisas dedicadas a la actividad, reclamó el apoyo del Gobierno.
En un comunicado, el gremio señaló que la caficultura es un negocio y una actividad social que genera empleo y dinamiza la economía de aproximadamente el 50 % de los municipios del país y del 75 % de los municipios antioqueños, por lo que la incidencia de factores externos no controlables por el gremio, como la tasa de cambio y el precio del café en la bolsa de valores de Nueva York, requieren ser atendidos.
En el texto, el Comité respaldó una solicitud que en el mismo sentido hizo el Comité Directivo de la Federación Nacional de Cafeteros al Gobierno: “Implementar inmediatamente mecanismos de apoyo directo a los caficultores, diferentes al crédito, de manera que puedan sortear la difícil coyuntura por la que atraviesan”.
También apoyó la destinación de aportes para el establecimiento de un Fondo de Estabilización de Precios o a reservar recursos para la retención de inventarios de café, si se logra un acuerdo con los países productores.
“El Comité de Cafeteros de Antioquia demanda un compromiso real y directo del Gobierno, tendiente a cumplir los anuncios que definen al café como el cultivo del posconflicto, lo que solo será posible si se garantiza la rentabilidad y sostenibilidad de la caficultura”, concluye.