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Soportado en actividades como la producción de alimentos, bebidas, cosméticos, papel y cartón, la agroindustria aportó al Producto Interno Bruto (PIB) cerca de $94,3 billones en 2022. Sin embargo, para todos los actores de las cadenas agroindustriales persisten retos y desafíos en cuanto a asistencia técnica, valor agregado, tecnología, sostenibilidad, empleo y articulación institucional.
Así, con el fin de poner sobre la mesa estas discusiones, y conformar la próxima hoja de ruta del sector agroindustrial en el país para los próximos años, este 28 y 29 de septiembre se dieron cita en Medellín diferentes actores públicos y privados en el congreso Agroindustrial de la Andi.
“Colombia tiene muchas cualidades para ser una potencia mundial agroindustrial, en cuanto a producción de alimentos y productos bioenergéticos como los biocombustibles. La idea es unir el agro y la industria para que podamos tener productos con alto valor agregado. El país no se puede dar el lujo de seguir produciendo commodities que estén al vaivén de los Estados internacionales, y seguir poniendo a nuestros campesinos a depender exclusivamente de ello”, señaló Bruce Mac Master, presidente de la Andi.
Y agregó que, “en la medida en que nosotros seamos capaces de producir con valor agregado, vamos a sacar al campesino de ese riesgo de volatilidad, le vamos a comprar a un mejor precio y vamos a generar una mejor senda de desarrollo”.
De ideas a la acción
El eje central del congreso está alrededor de la pregunta “¿qué tiene que hacer Colombia para volverse un país relevante en la agroindustria en el mundo?”
En entrevista con EL COLOMBIANO, Camilo Montes, director de la Cámara de la Industria de Alimentos de la Andi, señaló que con este congreso van a plantear una propuesta que vienen trabajando desde hace varios meses desde la Andi: “Queremos proponer una estrategia de agro + industria, que pone en el centro de toda la conversación la demanda, tanto nacional como internacional, de esos productos agroindustriales”.
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Para Montes, “si nos ponemos las pilas, Colombia puede abastecer la demanda interna y también al mundo. Y si eso pasa, el aporte del sector al PIB nacional podrá ser cada vez mayor”.
Asimismo, el dirigente señaló que del congreso se espera que salga la nueva hoja de ruta de la agroindustria para los próximos años.
“Queremos recoger las discusiones que hemos tenido todo este tiempo, pero en particular las de estos dos días, para establecer unas actividades concretas que tanto el sector público, privado y la academia debemos ejecutar para aprovechar todo el potencial que tiene Colombia. De aquí saldremos con una agenda de trabajo clara”, dijo Montes.
Y añadió que uno de los principales retos que se tienen es en cuanto al conocimiento del consumidor, tanto colombiano como extranjero; el tipo de alimentos que requiere, y el sello diferenciador que el país les entregará en los productos.
De esta manera, entre las líneas de acción a trabajar para avanzar en esta industria se encuentra el desarrollo de instrumentos públicos para las empresas, como adecuación de tierras con riego y drenaje; soluciones estructurales de los corredores viales, y análisis de costos logísticos desde regiones de cultivo hacia plantas de procesamiento y puertos.
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También está el desarrollo de infraestructura productiva acorde a las necesidades de los bienes agrícolas; creación de instrumentos para fomentar el crédito bancario a los agricultores; comités regionales de agroindustria y promoción de inversiones públicas y privadas en el sector.
En cuanto al eje de la articulación institucional, está la creación de sistemas de información oportunos y confiables para tomar mejores decisiones; garantizar la seguridad en las zonas rurales; disponibilidad de vías que conecten la cadena de valor inversa, tanto para el mercado nacional como el internacional; y una mayor capacidad de control y sanción a las estructuras que producen y comercializan insumos y semillas ilegales.
Sobre el uso sostenible de la biodiversidad, desde la Andi también recalcaron la necesidad de una producción baja en carbono; una economía circular; gestión estratégica de los recursos hídricos; lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos y aprovechamiento sostenible de los servicios ecosistémicos.
Periodista de economía y negocios. Egresada de la gloriosa Universidad de Antioquia.