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Reducir la polución del aire, disminuir el efecto isla de calor brindando sombra y hasta ayudar a controlar las inundaciones son algunas contribuciones por las que son valiosos, pero los árboles urbanos tienen otro adicional.
Solos en las calles o en jardines públicos, o en los parques, un nuevo estudio sugiere que capturan tanto carbono como los bosques tropicales.
El estudio fue publicado en Carbon Balance and Management por investigadores de University College London, que analizaron 84.000 árboles en un sector de Londres mediante el sistema de láser denominado Lidar, con el cual establecieron la cantidad de carbono de cada árbol según su tronco y su copa.
Lo que podría pasar como una investigación más, tiene valor especial al considerar dos factores en el mundo actual.
Uno, más de la mitad de la población del planeta, 54,7 % según el Banco Mundial, vive en ciudades y cada vez serán más.
Y, dos, esa concentración urbana hace que las ciudades respondan por el 70 % de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2).
Los árboles absorben CO2 en la fotosíntesis, el cual es metabolizado y convertido en materia orgánica que constituye cerca de la mitad de su masa. En las áreas urbanas son muy eficientes secuestrando ese gas de efecto invernadero, dado que están cerca a las fuentes de consumo de combustibles fósiles como el transporte y las industrias, precisó Mathias Disney, uno de los investigadores.
Otros estudios, de acuerdo con el portal Anthropocene, han tasado en 1 millón de dólares por kilómetro cuadrado el valor de los servicios ecosistémico que prestan los árboles. Pese a esto, en no pocas urbes del mundo son talados con facilidad, sabiendo que “el costo de remplazar un árbol maduro y grande es de decenas de miles de libras (esterlinas) y remplazarlo con pequeños arbolitos significa perder el beneficio por varias décadas”, escribió Disney en una nota en Fast Company.
Aparte de los beneficios a los humanos, son hábitat de aves y mamíferos y también de otras plantas.
Esa importancia se corrobora en otros trabajos. Uno de Zorayda Restrepo y colegas en Medellín mostró que los árboles grandes y viejos en la ciudad capturan el 25 % del carbono que almacena el bosque urbano, pero entre todo el arbolado urbano retienen 177.708 toneladas de CO2.
Lo que consiguió el artículo de Disney y colegas es equiparar la capacidad de los árboles citadinos a los de las selvas tropicales, realzando su valor. La investigación solo consideró la masa arbórea sobre la superficie.
La mayor captación del carbono se encuentra en las áreas de más densidad de bosque en las ciudades.
Los investigadores recordaron que a la contribución de las zonas boscosas urbanas al ciclo global de carbono se le ha dado poca importancia por su reducida extensión en relación con la cobertura global de bosques.
Para su estudio usaron un método de detección remoto basado en láser llamado Lidar para construir una foto tridimensional de más de 84.000 árboles individuales en el distrito de Camden, al noroccidente de Londres. Luego, con base en volúmenes de troncos y de las copas, calcularon la cantidad de carbono que cada árbol almacena.
Phil Wilkes, autor principal del estudio y geógrafo de UCL afirmó en un comunicado de prensa que “esto no solo nos permite medir cuanto carbono es almacenado, pero también evalúa otros importantes servicios que brindan como hogar para pájaros e insectos.”
El área estudiada en Londres tiene una densidad media de carbono de unas 50 toneladas por hectárea, con 380 en algunos puntos, equivalente a valores de los bosques templados y tropicales.