Cada día más ciudades y países se apersonan del tema, pero la contaminación del aire le sigue pasando una factura alta a la humanidad: siete millones de personas pierden la vida por esa causa cada año.
Muertes por la polución del aire en el ambiente y en los hogares: 4,2 millones por la contaminación exterior y 3,8 por el aire malo en las casas, principalmente por los métodos de preparación de alimentos.
Hoy en la Tierra 9 de cada 10 personas respiran aire sucio. Eso revela el informe presentado por la Organización Mundial de la Salud, OMS, que de nuevo alerta sobre los efectos nocivos en la salud de los contaminantes, en particular el material particulado de tamaño 2,5 y 10 micras, y el ozono superficial.
“El aire contaminado nos amenaza a todos, pero los más pobres y marginados sufren más”, expresó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
“Es inaceptable que más de 3.000 millones de personas, la mayoría de ellas niños y mujeres, todavía respiran humo mortal por el uso de estufas contaminantes y combustibles en sus hogares”, agregó.
Al penetrar las partículas finas en los pulmones y el sistema cardiovascular provocan derrames, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva, enfermedades e infecciones respiratorias, incluyendo neumonía.
Causas de muerte
La OMS estima que en 2016 la contaminación ambiental del aire (en ambientes exteriores) fue responsable del 17 % de todas las muertes de adultos por enfermedad isquémica del corazón; 14 % por derrame; 25 % por epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica); 16 % por cáncer de pulmón y 26 % por infecciones del tracto respiratorio inferior.
El reporte coincide con el Estado Global del Aire 2018 entregado hace dos semanas por el Instituto para la Métrica y Evaluación en Salud (IHME) que indicó que las muertes por el material particulado 2,5 es el sexto factor de mortalidad en el planeta, mientras la contaminación del aire en los hogares es la octava causa.
Sumados los dos, se constituyen en la cuarta causa de mortalidad en todo el mundo.
La estadística dice que el aire sucio cobra más vidas que otras causas bien conocidas como el alcohol, la inactividad física o el consumo alto de sal.
La OMS reconoce que esta contaminación es un factor crítico de las enfermedades no comunicables y provoca 24 % de todas las defunciones de adultos por enfermedad del corazón, 25 % por derrame, 29 % por cáncer de pulmón y hasta 43 % por epoc.
Algunos fallecimientos se atribuyen más de un factor de riesgo simultáneo. Por ejemplo, fumar y respirar el aire contaminado inciden en el cáncer de pulmón. Así, hubo muertes que se podían evitar con un aire más limpio o dejando el hábito del cigarrillo.
En las regiones
El informe reveló que más del 90 % de los decesos por el aire sucio se presentan en los países de ingresos medios o bajos de Asia y África, seguidos por los del Mediterráneo oriental, Europa y América.
La situación más grave se da en países del norte y oeste de África, y el oriente Medio, según aquel Instituto.
La OMS, recordó el IHME, sugiere a los países tres metas para reducir la contaminación de material particulado 2,5: 35 microgramos por metro cúbico; pasar luego a 25; y llegar 15, pero la guía establece un máximo de 10 para el de tamaño 2,5 y 20 para el material de 10 micras.
La norma de la Organización establece que el promedio anual no debe exceder los 10 microgramos por metro cúbico y 25 el promedio a 24 horas. Los datos del IHME indican que 95 % de la población mundial reside en áreas que exceden la guía de la OMS: 58 % vive en zonas con concentración mayor a 35, 69 % en áreas con niveles medios que pasan 25 microgramos y 85 % en lugares que exceden los 15.
Cerca de 3.000 millones de personas, de acuerdo con la OMS, no tienen acceso a tecnologías y combustibles limpios para cocinar alimentos y las mejoras en este campo no siguen el mismo ritmo del crecimiento poblacional.
Hoy más de 4.300 ciudades en 108 países están incluidos en la base de datos de calidad del aire de la entidad. Desde 2016 se sumaron más de 1.000 ciudades a la información.
Esta base de datos recoge concentraciones promedio del material particulado fino, de 2,5 y 10 microgramos. Los de 2,5 incluyen contaminantes como azufres, nitratos y hollín, que representan los mayores riesgos.
“Muchas de las megaciudades excedieron los niveles guías de la OMS en más de cinco veces, representando un gran riesgo para la salud de la gente”, informó María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Determinantes Sociales y Ambientales de la Salud.
El director de la Organización opinó que hoy hay mayor acción e interés político para enfrentar este reto de salud pública y monitorear la calidad del aire, en particular en países de altos ingresos. “Líderes políticos de todos los niveles del gobierno, incluyendo alcaldes, están ahora poniendo atención para tomar medidas”, en palabras de Tedros.
Pero los datos del IHME muestran que entre 2010 y 2016 la concentración global del material 2,5 aumentó 18 %, con mayor aporte de las regiones y países más populosos.
La OMS ha dicho que reduciendo la contaminación del aire de 70 a 20 microgramos por metro cúbico se podría reducir un 15 % los decesos asociados al aire sucio.
Una muerte silenciosa a menudo atribuida a otros factores incidentes.
11 %
de las muertes hoy se deben al aire contaminado en todos los continentes, más sentido en ciudades grandes
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microgramos de material 2,5 por metro cúbico es la contaminación de Nigeria, la más alta según IHME