Los gremios del transporte público colectivo en Medellín han encendido las alarmas: el pasaje de bus en la ciudad podría aumentar $800, pasando de los actuales $3.400 a $4.200, si se aprueba la reforma tributaria propuesta por el Gobierno Nacional.
La Corporación de Transportadores Urbanos de Colombia (CTU) advierte que este incremento, impulsado principalmente por el alza proyectada en el precio del diésel, afectaría directamente a más de un millón de usuarios que utilizan diariamente el transporte público en el Valle de Aburrá.
El impacto en el precio de los combustibles
La reforma tributaria contempla cambios significativos en el impuesto al carbono y el IVA para los combustibles, los cuales se aplicarían de forma escalonada.
El impuesto al carbono se duplicaría, pasando de aproximadamente US$5 a US$10 por tonelada de CO2 emitida. Esto se traduciría en un aumento directo de $168 por galón en la gasolina y $188 por galón en el diésel o ACPM. Para 2026, la tarifa sería de $42.609 por tonelada de CO2 equivalente, lo que representa $384 adicionales por galón de gasolina.
En cuanto al IVA de los combustibles, se prevé un aumento gradual:
• Gasolina: La tarifa pasaría del 5% al 10% a partir del 1 de enero de 2026, lo que significaría un aumento de $475 por galón. A partir del 1 de enero de 2027, aplicaría la tarifa general del 19%, sumando otros $856 por galón.
• ACPM/Diésel: La tarifa sería del 10% en 2026 y 2027. A partir del 1 de enero de 2028, aplicará la tarifa general del 19%, implicando un aumento de $257 por galón en 2026 y $462 por galón en 2028.
Además, se incorpora el IVA a los biocombustibles, que hasta ahora estaban exentos. El alcohol carburante encarecería la gasolina en unos $285 por galón desde julio de 2027, y el biodiésel sumaría $368 por galón al ACPM desde enero de 2028.
El impacto de la reforma tributaria en el transporte público de Medellín
Jimmy Alexis Gómez, presidente de la CTU, enfatizó que el aumento proyectado en el precio del galón de diésel para 2026 es el principal factor que elevaría los costos operativos del transporte público. Gómez advirtió que muchas empresas ya operan al límite de su rentabilidad, y un incremento de esta magnitud en el combustible agravaría su situación. “Con un aumento de esta magnitud en el combustible, la tarifa ideal del pasaje actualmente tendría que manejarse en $4.200 para mantener la sostenibilidad del servicio”, afirmó.
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El gremio también alertó sobre los riesgos de fomentar la informalidad y el uso de alternativas de movilidad más inseguras, además del impacto negativo en el empleo y la estabilidad económica del sector transportador.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se sumó a las voces de preocupación, señalando que el aumento en los combustibles tiene un impacto directo y sensible en el costo de vida, afectando a la población más vulnerable. “Es que si aumentan gasolina inmediatamente se suben todos los otros temas de consumo, o sea, es muy sencillo. Los transportadores tendrán que aumentarle también justamente el tiquete a los usuarios. Es que aquí quien termina pagando es la gente en la calle. Eso es lo que pretende el Gobierno”, sostuvo el alcalde.
Ante este panorama, la CTU ha hecho un llamado urgente al Gobierno Nacional para que se materialice y reglamente un Fondo de Estabilización a la Tarifa. Esta medida busca evitar que el impacto económico de la reforma recaiga directamente sobre los pasajeros, garantizando la sostenibilidad del servicio sin afectar la calidad de vida de los ciudadanos.