Las autoridades se les interpusieron en el negocio a dos bandas de jíbaros que pretendían pasar inadvertidos con gran cantidad de estupefacientes. Esto se logró en dos operativos realizados por la Policía en el barrio Manrique (nororiente de la ciudad) y la Terminal del Sur.
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En el primero de estos dos golpes, en la zona nororiental, los uniformados se incautaron de casi dos kilos de cocaína, 11,25 kilos de marihuana, 9.050 pastillas de clonazepan y 760 gramos de bazuco.
Adicionalmente, fueron capturados dos hombres que deberán responder por los delitos de presunta fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
Fuentes policiales indicaron que las cantidades antes descritas serían convertidas luego en 26.000 dosis de estupefacientes.
Para este procedimiento de Manrique, uniformados de la seccional de investigación criminal llegaron hasta una casa que presuntamente era utilizada por una banda para almacenar y dosificar estupefacientes. Allí, tras la diligencia de registro y allanamiento, lograron la captura de los dos sujetos de 33 y 38 años de edad, los cuales fueron dejados a disposición de la autoridad competente por los delitos de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
La hipótesis es que la droga decomisada iba a ser comercializada en el área metropolitana, bien mediante el expendio en la vía pública y por medio de domiciliarios.
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“Con esta incautación damos un duro golpe a las rentas criminales de este grupo delincuencial, quienes percibían aproximadamente 60 millones de pesos mensuales producto de esta actividad criminal”, dijo el brigadier general William Castaño, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburra.
El otro operativo lo ejecutaron uniformados del grupo de carabineros y protección ambiental, ayudados por dos perros sabuesos, en la terminal de transportes del Sur. Al hacer la revisión de los paquetes que iban a ser enviados como encomiendas a través de empresas de mensajería, los caninos expertos en detección de estupefacientes se percataron de un olor extraño que terminaron siendo 29 paquetes que contenían 14.500 gramos de marihuana prensada. Su valor aproximado rondaría los 75 millones de pesos.
El destino, presumiblemente era el municipio urabaense de Turbo, según dijeron los voceros policiales.