Del piso de madera que caracterizaba la emblemática terraza del Parque Biblioteca León de Greiff, La Ladera, ya no queda sino el recuerdo, representado en unas cuantas tablas cafés apiladas contra algún muro, medio pegadas al suelo o sirviendo como barricada para contener el ingreso de las personas a la zona. Es obvio que no puedan entrar por el riesgo que representan los gruesos tornillos que quedaron asomados en la estructura de cemento, ahora descubierta, y que muchos esperan que tapen rápido con cualquier tipo de suelo, sin mayores pretensiones más allá de que sea de un material fino y resistente para que no vuelva a perecer.
El reconocido deck, donde antes se proyectaban películas al aire libre y se hacían actividades como lunadas y noches de poesía, ha sufrido un deterioro progresivo casi que desde sus inicios, pues tras entregarse la obra, en el último año de la alcaldía de Sergio Fajardo (2004-2007), pronto aparecieron problemas de humedad y deterioro en el piso de madera de la terraza. Y las goteras, aún hoy en día, según contaron personas que frecuentan el sitio, siguen cayendo también dentro de la biblioteca, pese a que el techo luce nuevo, como recién hecho.
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Poco después de terminar este martes las habituales clases de hidroaeróbicos en la piscina que colinda con la terraza del parque biblioteca, Marta Vásquez y Dulfaris Patiño se sentaron en uno de los muros del lugar, ahí cerca de las tablas apiladas que ya son paisaje para ellas. Lamentaron que la comunidad lleve tantos años esperando que ese piso se repare, donde creen que podrían “parcharse a tomar el algo” y apreciar la privilegiada vista que se tiene desde allí de la ciudad.
Y aunque desde el sentido común ellas ven simple echar otro piso con un material que no sea muy costoso, pero resista las lluvias y el sol, tal vez no saben que detrás de la reparación del deck hay un litigio jurídico vigente con demandas de parte y parte en curso, que comenzó hace varios años entre la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), entidad de la Alcaldía que se encargó del proceso contractual; la firma Arquitectos e Ingenieros Asociados y la Compañía Mundial de Seguros.
María Concepción Duque, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) de La Ladera, recordó que son más de ocho años los que llevan esperando que arreglen la terraza, tiempo durante el cual tan solo han podido despegar la madera y despejar el piso de algún gancho peligroso, pues les han dicho que el proceso jurídico les impide meterle mano de lleno a una reparación.
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Desde la administración distrital confirmaron que cursan dos procesos. Por un lado, hay una demanda de la firma Arquitectos e Ingenieros Asociados contra la EDU y la compañía de seguros que se encuentra en el Consejo de Estado. Por otro lado, una de la EDU contra la mencionada firma que tampoco tiene fallo de fondo.
La comunidad está apropiada
Mientras tanto, a lo largo de todos estos años, la comunidad ha resistido las inundaciones de salas y otros espacios; ha puesto el balde para recibir goteras; ha ayudado a guardar libros y material didáctico. Y lo ha vuelto a sacar, y ha estado allí, apropiándose cada día, sacando adelante propuestas, llevando ideas que han tenido apoyo de algunos funcionarios, asistiendo a clases y actividades periódicas. Todo, porque se niegan a dejar morir este lugar que es para muchos uno de los principales referentes del territorio, no solo para la comuna 8, sino también otras vecinas.
El secretario de Cultura, Santiago Silva, señaló que son conscientes de la situación y que trabajan en medidas concretas de cara a la temporada de lluvias que las autoridades ambientales proyectaron para esta época, con el fin de que el agua no afecte las actividades en el lugar.
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Según datos de la Secretaría de Cultura, a La Ladera siguen llegando en promedio entre 400 y 600 personas cada día para participar en distintas actividades. Cursos de tecnología e información, talleres de escritura, clubes de lectura, danza, huerta comunitaria, formación en inglés, préstamo de libros, reconstrucción memoria e historia local, realización de pódcast, exposiciones y semilleros de arte, coros y danza son algunas de las que resaltan.
Ante la tenacidad de una comunidad apropiada de ese lugar donde antes funcionó una cárcel, también se ingeniaron “Laderiando”, iniciativa de eventos que tiene como temática la conmemoración especial de cada mes y a los que pueden asistir hasta 1.000 personas. En abril la celebración será para los niños y niñas, el próximo 20, con activaciones culturales, deportivas, recreativas y de oferta diversa para los menores de edad.
Duque considera que la cara positiva de la biblioteca, pese a los problemas de infraestructura que ha tenido, es que la gente la ve como una centralidad. No en vano, allí se citan, hacen reuniones, funciona el consejo comunal de la 8 y se gestan iniciativas que logran sacar adelante en articulación con el sector público, privado y hasta organizaciones internacionales. Uno de los focos de la atención son los niños, niñas y jóvenes y las personas con discapacidad.
“Si se habla de centralidad se habla de La Ladera, porque tenemos varias cosas que tienen que ver con esa integración. Tenemos con el Inder la única piscina que existe aquí en la comuna 8, tenemos las canchas, la huerta”, expresó la presidenta de la JAC, quien dijo que alrededor del deck dañado también se han presentado problemas de inseguridad, por lo cual trabajan en una mejor iluminación para mitigarlos.
Para la lideresa es importante que desde la biblioteca se sigan leyendo las grandes necesidades que atraviesa la comuna, como la pobreza, el hambre y otros problemas sociales. Por ello, seguirán impulsando ideas que considera locas, como esa que tienen para que en un lote que está en el lugar se construya un espacio especial para adultos mayores del sector. Y uno de los sueños, el mismo de Vásquez, Patiño y otros vecinos de La Ladera, es ver de nuevo personas disfrutando la terraza de madera que hace tanto dejaron de tener.