Tras varios meses de la polémica visita del presidente Gustavo Petro a la ciudad de Manta, en Ecuador, el mandatario de ese país, Daniel Noboa, rompió el silencio y dijo que el viaje del jefe de Estado colombiano no fue para “nada bueno”, al tiempo que confirmó que el hecho está siendo objeto de investigación.
Noboa cuestionó que Petro permaneciera varios días en Manta sin que se conociera una agenda oficial o una labor humanitaria.
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“No creo que fue a nada bueno. No lo vi ayudando a gente pobre ni haciendo ninguna gestión. Me parece raro que, viniendo de Quito, se haya quedado en Manta un par de días. Es algo extraño, algo que estamos investigando. Cada loco con su tema”, declaró el presidente ecuatoriano.
El propio Noboa confirmó que congresistas colombianos también han elevado solicitudes a la Cancillería de Ecuador para conocer más detalles de lo ocurrido en esa visita, la cual incluso él mismo ha descrito como “extraña”.
La controversia se intensificó porque Manta es una de las ciudades más golpeadas por la violencia en Ecuador y, según Noboa, prioritaria para la instalación de bases militares extranjeras. “En este momento, la prioridad es Manta. Es el punto más sensible por el tráfico de armas, de combustibles y de drogas”, afirmó el mandatario.
La visita, ocurrida en julio pasado, desató controversia desde el principio. Una de las versiones más difundidas sostenía que Petro habría sostenido un encuentro con José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, líder de Los Choneros, una de las organizaciones criminales más peligrosas de Ecuador. De acuerdo con esa hipótesis, el capo buscaba alternativas para negociar su entrega y evitar una eventual extradición a Estados Unidos, como finalmente ocurrió.
Ante la polémica, Gustavo Petro confirmó que sí estuvo en Manta, aunque aseguró que su presencia tuvo un propósito personal. Explicó que se encontraba en un lugar apartado “muy alto, mirando el mar”, y que durante esos días escribió unas treinta páginas de un libro sobre “la relación entre la acumulación de capital y la crisis climática”.
La explicación llegó luego de que crecieran las versiones que lo vinculaban con una supuesta reunión con alias Fito, justo después de haber asistido a la posesión presidencial de Daniel Noboa, un evento al que acudió a última hora, pese a que en su momento había puesto en duda la legitimidad de su elección y pidió la publicación de las actas electorales.
Las declaraciones de Noboa reactivan la controversia sobre lo ocurrido en Manta y tensionan nuevamente las relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos, en medio de un clima político marcado por la desconfianza y la violencia transnacional.