Francisco tiene el Cristo de espaldas para negociar

Mientras el jefe de la Iglesia Católica busca reunirse con Putin para frenar la guerra, Ucrania reclama por su ausencia.

En julio de 2019, el papa Francisco se reunió con Putin. FOTO getty

Javier Alexánder Macías

05 de mayo de 2022

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días lleva la confrontación entre Rusia y Ucrania que ha dejado 10 millones de desplazados.

Como dice uno de los evangelios que profesa el papa Francisco, máximo jerarca de la Iglesia Católica, las palabras de reconciliación con las que busca abrir un camino de paz entre Rusia y Ucrania tras 70 días de confrontación, “han caído en tierra estéril”.

Primero, porque ha buscado de manera incesante un diálogo con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para tratar de convencerlo de frenar la guerra; y tras varios días de mensajes cruzados entre emisarios de El Vaticano y del gobierno ruso, ayer se dio una pequeña luz de esperanza.

El embajador de Rusia ante la Santa Sede, Aleksandr Avdeyev, aseveró que el diálogo con el papa Francisco siempre es importante y el sumo pontífice siempre será bienvenido en Moscú. Con las declaraciones de Avdeyev llegaron las del arzobispo de Moscú y presidente de los obispos católicos de la Federación Rusa, monseñor Paolo Pizzi.

“Pienso que la idea de encontrarse sea vista positivamente por el presidente Putin”, manifestó Pizzi.

Esta respuesta sería la primera emitida por el gobierno de Putin luego de que solo 20 días después de iniciada la guerra ruso-ucraniana, Francisco envió el primer mensaje del cual solo obtuvo silencio.

Y para allanar un poco más el camino con Rusia, el papa Francisco señaló que la guerra sostenida por el Kremlin pudo ser fruto del accionar del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, y desató “una ira que no se decir si fue provocada, pero facilitada quizás sí”.

Estas afirmaciones generaron desazón y el ministro polaco de Educación, Przemyslaw Czarnek, manifestó que esas palabras ofendieron a los polacos. Y levantó más polvareda al cuestionar el envío de armas a Ucrania para que se defienda de Rusia.

Muchos de nosotros nos llevamos las manos a la cabeza al oír lo que ha dicho el papa”, dijo Czarnek.

Entre los planes del Sumo Pontífice, está la visita a Kiev, arrasada por una ofensiva rusa que no ha dado tregua y que busca hacerse con el control de esta ciudad céntrica para desequilibrar del todo la balanza a su favor.

Sin embargo, y según el mismo Francisco, la visita no es en un futuro inmediato, todo porque ha centrado sus energías en lograr una conversación con Putin buscando un diálogo rápidamente.

Malestar en Ucrania

Las declaraciones del papa Francisco generaron tal malestar en Ucrania, que el embajador ucraniano ante El Vaticano, Andil Yurash. manifestó que el mensaje del Sumo Pontífice es muy significativo, per el pecado de Putin “es ser sordo no solo al noble pedido de Bergoglio sino a la voz de su propia conciencia.

Las acciones y palabras del Papa Francisco no cayeron bien en territorio ucraniano, así haya enviado cardenales con toneladas de ayuda humanitaria a la ciudad de Mariupol donde se dice que incluso se detuvo un barco con la bandera de El Vaticano en una embarcación que buscaba evacuar a los refugiados.

“Sufro y lloro pensando en el sufrimiento de la población ucraniana, en particular en los más débiles, los ancianos y los niños. Llegan noticias terribles de niños expulsados y deportados”, dijo Francisco a varios medios de comunicación.

Sin embargo, estas palabras no han sido suficientes para el presidente ucraniano Volodomir Zelenski, quien en diversas ocasiones ha pedido al Sumo Pontífice que viaje a su país para que conozca de primera mano la devastación y el caos dejados por las ofensivas de los militares rusos.

“Tenía muchas ganas de que viniera desde el principio, para apoyar a nuestra gente en el este del país. Quería que tratara de desbloquear los corredores humanitarios a Mariúpol”, dijo el mandatario de los ucranianos.

No obstante, entre la espera de una reunión con Putin y la desazón que ha causado su negativa de viajar a Kiev, el papa Francisco manifestó que el 9 de mayo terminaría la guerra entre Rusia y Ucrania, información que le fue confiada por el presidente de Hungría, Victor Orbán .