Este lunes, en Valencia, España, empezó el juicio contra el colombiano Jorge Ignacio Palma, conocido como “el depredador” y acusado de asesinar a tres mujeres en el país europeo.
El procesado es autor confeso de la desaparición del cuerpo de Marta Calvo, que aún no ha sido hallado, y supuesto responsable de la muerte de otras dos jóvenes. En sus conclusiones, la Fiscalía pidió en diciembre penas que suman 130 años de prisión por tres delitos de homicidio, once de abusos sexuales y uno contra la salud pública.
La fiscal Socorro Zaragoza recordó hoy a los miembros del jurado que en España se puede acusar de homicidio o asesinato incluso cuando no ha aparecido el cadáver, como es el caso de Calvo. Asimismo, trajo a colación que Palma tiene antecedentes por narcotráfico en España e Italia, y que se demostrará que este hombre llegó a manejar cocaína de gran pureza, “que no es fácil de conseguir”.
Mientras afronta la etapa de juicio, esta persona permanece en prisión provisional desde finales de 2019, cuando confesó haber descuartizado el cuerpo de Marta Calvo, está acusado de haber acabado también con la vida de Arliene Ramos y Lady Marcela en el transcurso de unas prácticas sexuales con cocaína y probablemente otras sustancias.
Otros delitos
Además de los tres asesinatos, las autoridades tienen reseñado en contra de Jorge Ignacio Palma nueve intentos de homicidio de mujeres con métodos idénticos, además de narcotráfico. Desde que sucedieron estos episodios, las historias han generado conmoción en España, país que también habla de aplicar la pena máxima, la cual consta de prisión permanente revisable.
En medio de este caso, tanto la fiscal como los abogados de las víctimas valoraron el coraje de Marisol Burón, madre de Marta Calvo, por insistir en buscar la verdad sobre la muerte de su hija, con la esperanza de que el acusado revele en el juicio dónde está el cuerpo.
Por el contrario, la abogada defensora, María Herrera, lamentó que “esto parece David contra Goliat”, y por eso pidió sentido común al jurado para que determine “si los actos por los que se acusa a Jorge Ignacio se produjeron o no”.
Según ella, su cliente no ha matado a nadie, y nunca tuvo la intención de hacer algo por ese estilo. “No es un psicópata, lo han dicho los forenses. Es más, se enteró de la muerte de Arliene y Marcela en prisión. Jamás negó dónde estaba el cuerpo de Marta, pero no es fácil encontrarlo en un vertedero”, manifestó la apoderada.
Ella considera que en los casos que le señalan a su cliente por supuesto abuso, este no aplica porque todas las mujeres habrían accedido de manera voluntaria a la “fiesta blanca”, una práctica con introducción de cocaína en los genitales que se hace hasta la saciedad.