Antes del paso del devastador huracán Milton por el estado de Florida, una casa amarrada al piso con cuerdas en Orlando llamó la atención en Estados Unidos.
La propiedad pertenece a Pedro Cáceres, un puertorriqueño que, junto a su hija Raisa, implementó una peculiar estrategia para proteger su hogar, inspirada en su experiencia con huracanes en su país natal, Puerto Rico.
Cáceres explicó al periodista estadounidense Brian Abel, de la CNN, los detalles de su técnica para amarrar su casa y lograr sobrellevar la tormenta. Generalmente, este método se usa cuando los techos de las propiedades están hechos de madera o aluminio, los cuales se levantan fácilmente con los vientos extremos.
Con su experiencia de huracanes cuando residía en Latinoamérica hace más de dos décadas, el puertorriqueño implementó un sistema de cuerdas y ganchos que ancló en agujeros de casi 3 metros de profundidad en su jardín, rellenos de cemento, capaces de soportar miles de libras de presión.
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Esta técnica fue la misma que el hombre usó en 2004 para el huracán Charlie.
Después de los fuertes vientos de hasta 165 km/h, el reportero estadounidense Greg Angel informó el jueves que había recibido noticias de Cáceres y su familia en Orlando. “Todo está bien. La casa se mantuvo firme. La estrategia de Pedro Cáceres para prepararse para Milton recibió mucha atención”, aseguró a través de X.
Tras el paso del huracán este miércoles, el número de muertos aumentó a al menos 16, informaron autoridades de Florida, mientras los residentes en el estado comienzan el proceso de reconstrucción de sus vidas y hogares.
Casi 2,5 millones de casas y empresas permanecían sin electricidad, y algunas zonas devastadas por la tormenta, entre el Golfo de México y el océano Atlántico, seguían inundadas.
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Milton tocó la costa del Golfo de Florida como una tormenta de categoría 3, con vientos que azotaron a comunidades que aún se están recuperando del paso del huracán Helene hace dos semanas, que mató a 237 personas en todo el sureste de Estados Unidos, incluida Florida.
La tormenta derribó tendidos eléctricos, destrozó el techo del estadio de béisbol de Tampa e inundó viviendas, pero Florida pudo evitar el nivel de devastación catastrófica que temían las autoridades.
“La tormenta fue significativa, pero afortunadamente este no fue el peor escenario posible”, dijo el gobernador Ron DeSantis en una conferencia de prensa.
El presidente Joe Biden instó el jueves a la gente a permanecer en casa tras la tormenta, ya que los cables eléctricos caídos y los escombros crean condiciones peligrosas.
Según la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la temporada de huracanes de este año en el Atlántico -que va de junio a noviembre- se presenta agitada, ya que la elevada temperatura oceánica aumenta la intensidad de estas tormentas.
Con información de AFP*