Cerca de 21.507 muertos ha dejado la violenta respuesta del Gobierno de Israel en la franja de Gaza, tras un ataque terrorista perpetrado por la organización islamista Hamás.
Este milenario conflicto, cuyos inicios datan de los tiempos bíblicos, según algunos historiadores, revivió el 7 de octubre de 2023.
Cerca de 5.000 misiles llovieron sobre el territorio israelí, seguidos de una violenta incursión terrestre. Combatientes de Hamás penetraron en la zona urbana, durante la celebración de un festival musical, matando y secuestrando civiles a su paso. También invadieron barrios y viviendas, arrancando niños de las faldas de sus madres.
El saldo, según el Gobierno israelí, fue de 1.140 muertos y 250 secuestrados. A este acto le siguió una estrategia de terror psicológico, divulgando imágenes de rehenes torturados o intimidados con armas.
El mundo entero condenó lo sucedido y respaldó el derecho de Israel a defenderse, pero lo que ha ocurrido después ha hecho que muchos cambiaran de opinión.
La venganza de los sionistas no cayó solo sobre Hamás, sino también contra los civiles palestinos. Constantes bombardeos y salvajes incursiones por tierra han dejado, por los menos, 21.507 muertos en Gaza y 2,4 millones de desplazados, es decir, cerca del 85% de toda la población gazatí.
Las bombas han caído en campos de refugiados de la ONU, hospitales, escuelas y áreas residenciales.
Los desplazados viven hacinados en albergues y carpas improvisadas alrededor de Rafah, mientras que las personas que todavía quedan allí “se amontonan en una parcela cada vez más reducida del sur del territorio”, denunció el responsable de la ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths, en la red social X.
El funcionario denunció que el cerco impuesto por las tropas israelitas impide el ingreso de ayudas humanitarias provenientes del extranjero.
El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó el viernes pasado que estaba “muy preocupado” por la creciente amenaza de enfermedades infecciosas en Gaza.
De los 250 israelitas secuestrados en el ataque inicial de Hamás, 150 permanecen como rehenes; los otros han sido rescatados o intercambiados por palestinos presos.
Varios países están tratando de lograr una tregua duradera, mientras las bombas siguen cayendo del cielo.
