El veterano gobernador de Oregón, el demócrata John Kitzhaber, dimitió este viernes por causa de los múltiples escándalos que le salpican a él y a su pareja, y después de que la presión por parte de los medios estatales y de sus propios compañeros de partido se redoblase durante los últimos días.
En un comunicado, Kitzhaber anunció su renuncia al cargo tras haberlo ocupado durante doce años y un mes, y justo al comienzo del que iba a ser su cuarto mandato, ya que fue reelegido por los votantes de Oregón en las elecciones del pasado 4 de noviembre.
Las primeras informaciones sobre un posible caso de tráfico de influencias en la gobernación de Oregón empezaron en octubre del año pasado, justo antes de las elecciones, pero no fue hasta finales de enero de este año cuando aparecieron nuevas revelaciones que estrecharon el cerco sobre el gobernador.
El principal diario del estado, The Oregonian, fue la primera voz autorizada en pedir públicamente la dimisión del gobernador, cuando la semana pasada publicó un duro editorial en el que le pidió que renunciase al considerar que él y su pareja, Cylvia Hayes, “viven en un mundo sin aparentes fronteras entre las políticas públicas y las ganancias personales”.
The Oregonian abrió así la caja de los truenos y desde entonces se sucedieron las peticiones de dimisión a Kitzhaber, hasta que el jueves fueron los mismos líderes del Partido Demócrata en Oregón, y por tanto compañeros de filas del gobernador, quienes le pidieron que renunciase a su cargo.
En el comunicado en el que anunció su renuncia, Kitzhaber se disculpó “ante todas aquellas personas que dieron su fe, tiempo, energía y recursos” para que saliese elegido para un cuarto mandato y que lo apoyaron “durante las últimas tres décadas”.
A Kitzhaber y a su equipo se les acusa de haber creado directamente o permitido la creación de trabajos “ad hoc” para la primera dama, lo que se suma a los múltiples escándalos destapados sobre Hayes desde antes de las elecciones del pasado año.
Hayes fue asesora del Gobierno de Oregón durante el pasado mandato para cuestiones relacionadas con la energía limpia y el desarrollo económico, un cargo no retribuido pero desde el que presuntamente habría aprovechado para lucrarse a nivel personal y lograr contratos para su empresa de consultoría, 3E Strategies.
Por todo ello, el lunes la Justicia de Oregón anunció la apertura de una investigación criminal para esclarecer los escándalos que afectan a Kitzhaber y a Hayes.
Kitzhaber y Hayes se conocieron en noviembre de 2002, cuando el primero ya era gobernador y la segunda llevaba a cabo su campaña para salir elegida congresista en la cámara de representantes de Oregón (puesto que finalmente no logró).
Unos meses después, Kitzhaber se divorció de su mujer y empezó una relación de noviazgo con Hayes que duraría varios años, hasta que en agosto pasado la pareja anunció públicamente su intención de casarse.
Sólo algunos días después de este anuncio, empezaron a conocerse los presuntos casos de tráfico de influencias de Hayes, además de varios aspectos sobre su vida privada que salpicaron de lleno la campaña para la reelección de Kitzhaber.
La propia primera dama confesó haber llevado a cabo un matrimonio de conveniencia con un inmigrante indocumentado hace 17 años a cambio de 5.000 dólares, y también admitió que en 1997 compró unos terrenos en el estado de Washington junto a otro hombre con el propósito de cultivar y vender marihuana.
La dimisión de Kitzhaber se hará efectiva el próximo miércoles 18 de febrero y le sucederá la actual secretaria de estado de Oregón, Kate Brown.
Brown se convertirá así en la primera gobernadora abiertamente bisexual de toda la historia de Estados Unidos.
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