“Estás en muy buena forma”, fueron las palabras que eligió Donald Trump para complementar a Brigitte Macron, esposa del presidente de Francia, durante su visita a este país por las celebraciones del Día de la Bastilla. Pero, no bastándole con esto, se volteó hacia Emmanuel Macron, que estaba a su izquierda, y le repitió: “Está en buena forma física” y luego agregó, “hermosa”.
El momento quedó capturado en video:
Algunos atribuyen el comentario de Trump a la diferencia de edad que existe entre la pareja presidencial francesa, pues Macron tiene 39 años y su esposa 64. Pero esa es la misma diferencia que hay entre él (de 71 años) y su esposa Melania (de 47).
Estas palabras, que algunos podrían llamar inofensivas, causaron mucha molestia en redes sociales. Unos de los trinos más compartidos sobre el tema vinieron de la presentadora Alex Berg:
“Trump diciendo a la Primera Dama de Francia “estás en tan buena forma” representa a los hombres jugando con la línea entre el elogio y el acoso sexual. La gente se encogerá de hombros y dirá, ‘Trump estaba ofreciéndole un cumplido”. Pero no, el comentario es como el acoso callejero, nunca es acerca de la belleza, se trata de poder. Es un recordatorio de que Trump y los hombres tienen poder sobre nuestros cuerpos. Es un recordatorio de que el cuerpo de la Primera Dama de Francia no es suyo, si no que es para consumo público”.
No es la primera vez que sucede
Donald Trump suele hacer este tipo de comentarios, interrumpir momentos importantes, para hacer comentarios (positivos y negativos) sobre el cuerpo de las mujeres que lo rodean. Por ejemplo, a finales de junio de este año interrumpió una llamada diplomática para hacerle cumplidos a una reportera que se encontraba en el Despacho Oval. Este fue el incómodo video que publicó la periodista:
El mes pasado, estaba molesto por el cubrimiento del noticiero MSNBC y afirmó que su presentadora estaba “sangrando mal, después de hacerse una cirugía estética en la cara” y que por esto, no quería darle una entrevista.
Sucedió también en campaña, cuando una de sus rivales a la candidatura republicana por la presidencia era Carly Fiorina. “Mire ese rostro”, dijo el magnate, refiriéndose a a Fiorina, “¿Te imaginas eso, que esa fuera la cara de nuestro próximo presidente? Quiero decir, ella es una mujer, y yo no debería decir estas cosas, pero realmente, gente, vamos. ¿En serio?”.
La lista es larga, incluso nos podemos ir hasta los ochentas, cuando Louise Sunshine, quien trabajó para Trump entre 1973-1985, le contó al Washington Post que Trump guardaba una foto suya de cuando estaba pasada de peso y amenazaba con sacarla a la luz si ella no hacía bien las cosas. O cuando, en 1991, afirmó esto sobre las periodistas: “¿Sabes? Realmente no importa qué escriban, lo importante es que tengan un lindo pedazo de trasero”. Un año después de esto, en una entrevista con la New York Magazine, afirmó que a las mujeres había que tratarlas mal.
Pero su talón de Aquiles, que casi le cuesta la presidencia de los Estados Unidos, sucedió en 2005 pero solo se conoció en el 2016. En este video, entre risas, Trump afirma que cuando uno es una estrella las mujeres “lo dejan hacer todo lo que quiera” y luego agrega “incluso agarrarles la vagina”.