El 28 de febrero de 2025, la Policía de Ecuador encontró los restos desmembrados de un hombre dentro de tres costales abandonados en una vía del norte de Guayaquil, cerca del sector Prosperina. El macabro descubrimiento se produjo tras el aviso de habitantes que notaron manchas de sangre alrededor de las bolsas.
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Inmediatamente, las autoridades ecuatorianas iniciaron las investigaciones para identificar a la víctima, según informó a medios locales Santiago Sandoval, jefe policial del distrito Ceibos en Guayaquil. Aunque el caso se manejó con discreción en Ecuador, en Colombia la noticia corrió entre agencias de inteligencia y círculos del crimen organizado. Desde un inicio surgió la sospecha de que la víctima podría ser un importante narcotraficante colombiano que operaba en la sombra.
De acuerdo con estas versiones, el hombre habría sido atraído hasta Ecuador por un socio y luego asesinado y descuartizado, en un aparente ajuste de cuentas del mundo narco.
Identidad: un presunto "narco invisible" colombiano
Fuentes de inteligencia señalan que la víctima podría ser un “narco invisible” de nacionalidad colombiana. Este término alude a capos del narcotráfico de bajo perfil pero gran poder, que logran evadir el radar de las autoridades. En este caso, todas las pistas apuntan a que el fallecido sería conocido por los alias “Boyaco” o “Flaco Vera”, un presunto socio de un viejo capo del narcotráfico vinculado al Clan del Golfo.
Al ser esta una de las mayores organizaciones criminales del país, las autoridades sugieren que alias Boyaco ocupaba una posición de confianza en las altas esferas del tráfico de drogas.
Según la hipótesis investigativa, alias Boyaco (o *Flaco Vera) habría sido citado a una reunión en Ecuador por un supuesto aliado –conocido con el alias de Runcho– y allí fue emboscado y brutalmente asesinado.
Este modus operandi refuerza la teoría del ajuste de cuentas interno en las redes del narcotráfico, posiblemente motivado por desacuerdos o pérdidas en sus operaciones ilícitas recientes.
Perfil criminal y alcance internacional del capo
Alias Boyaco era considerado un narcotraficante de alcance internacional, con conexiones que iban más allá de Colombia. Investigaciones en curso revelaron que su red criminal enviaba cocaína de alta pureza hacia Europa, usando rutas y empresas fachada para el contrabando.
De hecho, autoridades de España iniciaron indagaciones paralelas sobre esta muerte, ya que detectaron que la organización de Boyaco utilizaba una empresa de importaciones en Madrid para mover cargamentos de droga.
Dicha empresa –cuyo representante legal sería el mencionado Runcho, residente en Bogotá– habría servido como pantalla para exportar grandes cantidades de cocaína encubiertas en mercancías legales.
Esta red habría estado involucrada en alijos históricos: una operación conjunta entre la policía española y ecuatoriana se puso en marcha tras la incautación de 7,3 toneladas de cocaína en un puerto de España a finales de 2023, cargamento vinculado a envíos desde Ecuador.
La magnitud de este decomiso indica el alto nivel en el que operaba el llamado narco invisible. No es de extrañar, entonces, que también la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos haya posado su mirada sobre el caso.
De acuerdo con informes, la empresa fachada identificada en Madrid figura en las listas internacionales de sanciones de la OFAC, lo que evidencia que las autoridades estadounidenses ya seguían los pasos de esta organización.
Hipótesis del asesinato: venganza por cargamento perdido
Las autoridades barajan como principal hipótesis que el asesinato de alias Boyaco obedeció a un ajuste de cuentas dentro de la organización criminal. En particular, se sospecha que pudo ser una represalia por un megacargamento de cocaína incautado en Europa semanas atrás.
La pérdida de un envío de tal envergadura —valorado en decenas de millones de dólares— habría desatado tensiones entre los socios del negocio ilícito, desencadenando una violenta vendetta. Alias Boyaco/Flaco Vera, al ser supuestamente responsable de esas rutas hacia Europa, pudo haber sido culpado por la pérdida del alijo y marcado para morir. Esta teoría explicaría la saña con la que fue ejecutado y el interés de sus propios colaboradores en eliminarlo. De confirmarse, el caso ilustraría las rivalidades internas y la extrema violencia que imperan en las redes del narcotráfico internacional.Confirmación oficial pendiente
A pesar de las sólidas indicios que apuntan hacia alias Boyaco, hasta el momento no ha habido confirmación oficial de la identidad del cuerpo por parte de las autoridades. Los restos se encuentran en proceso de análisis forense en Ecuador para verificar su identidad con certeza.
Voceros policiales han mantenido reserva sobre el nombre real del fallecido, dada la sensibilidad del caso y las implicaciones internacionales. Se espera, no obstante, que en las próximas horas o días se revele públicamente la identidad de la víctima, una vez concluidos los peritajes y notificadas las familias correspondientes.
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En síntesis, todas las piezas apuntan a que el “narco invisible” colombiano habría encontrado un sangriento final. Su muerte no solo desnuda las pugnas internas de una red transnacional de narcotráfico, sino que también activa alarmas en varios países. Ecuador, Colombia, España y Estados Unidos siguen colaborando en la investigación de este caso, que vincula el violento asesinato con el crimen organizado global.