Un hombre ha sido condenado en España a casi trescientos años de prisión, aunque solo tendrá que cumplir un máximo de veinte, tras reconocer haber abusado de 23 niñas de entre 4 y 13 años, grabarlas y difundir los videos, informó este miércoles un tribunal de Madrid.
Dimitru R.N, de nacionalidad rumana, había sido detenido en 2018 tras compartir la Policía australiana una base de datos de abusos a menores que incluía estas grabaciones en España.
El condenado reconoció durante el juicio que aprovechó la confianza de varios padres de su misma nacionalidad en una localidad madrileña, para que cuidara de sus hijas y abusar de ellas, grabarlas y difundir las imágenes en grupos de WhastApp y en una red de pedófilos.