El grueso vidrio blindado de la camioneta vieja de María Corina Machado no logró parar las manos de decenas de personas que se acercaron el pasado 28 de junio a San Cristóbal, Táchira, en una de las movilizaciones más impresionantes pocas veces vistas en la historia reciente de ese país. Las personas pararon la camioneta de regreso a Caracas solo para tocar a Machado y rogarle que gane las elecciones de este mes, aunque ella no aparezca en la tarjeta electoral.
Las calles de Táchira estaban a reventar de personas y de moteros que siguieron como escudo la caravana de María Corina, inhabilitada por las autoridades electorales para participar en las elecciones, pero quien sin lugar a dudas es la líder icónica que está dirigiendo a la oposición de Maduro hacia el riesgo más alto del chavismo desde su llegada al poder al inicio de la década del 2000.
“No te las dejes robar, me vine desde Portugal y mi hermano quedó allá. Por amor a Dios no te las dejes quitar, que Dios te bendiga”, le dijo a Machado una mujer adulta de alrededor de 65 años que logró llegar hasta su puerta a pesar del grupo enorme de personas amontonadas frente a la blindada. Cayó un aguacero y las personas hicieron una fiesta con él. “Este es un pueblo aguerrido y la vamos a defender. Este es el pueblo de Táchira y la vamos a defender, le vamos a demostrar el amor por lo que usted ha hecho”, le expresó otro campesino. “Quiero que mi hija crezca al lado de sus abuelos, porque es difícil estar en un país en el que no consigues el calor humano donde no está tu familia. Quiero que mi hija esté con su familia verdaderamente”, agregó otra mujer joven mientras lloraba.
Al otro lado de la calle un grupo de personas alzaba una bandera grande con un asta desde un tejado. Se calcula que hay entre 3 y 5 millones de ciudadanos venezolanos en el exterior que podrían contribuir con su voto a las elecciones de finales de mes, pero de acuerdo con expertos en la coyuntura electoral, solo había habilitados a finales de mayo unos 69.000 ciudadanos venezolanos para depositar su voto en las urnas de otros países.
El New York Times publicó en un extenso reportaje reciente que millones de venezolanos ya habían votado contra Maduro con sus pies cuando decidieron abandonar el país y no podrán hacerlo en julio por los límites del gobierno autoritario.
Freider Gandica es un ciudadano venezolano que llegó a Colombia en enero de 2019. Desde entonces trabaja en una fundación ayudando a ciudadanos que tuvieron que correr la misma suerte escapando a los problemas que se agudizaron en los últimos años desde que Maduro tomó el poder en 2013. Dice en EL COLOMBIANO que estas elecciones representan una oportunidad de vida luego de la tragedia que significó para él dejarlo todo y buscarse un proyecto fuera de su país.
“Tras remar por 24 años el barco contra la marea, unas elecciones en tales condiciones pueden generar un nocaut en la poca esperanza de un cambio que aún existe por parte de los ciudadanos que el 28 de julio, día del nacimiento de Chávez, irán a un proceso electoral contra un árbitro parcializado”, asegura.
Natassja Rojas, experta en asuntos de Venezuela, asegura que se trata sin ninguna duda de un fenómeno electoral.
“Revivir el espíritu de vocación democrática en Venezuela es algo que ni siquiera el mismo oficialismo se lo esperaba. Es un movimiento organizado desde la sociedad civil en un momento en el que la represión ha aumentado. Esto demuestra que el oficialismo no está tan cómodo ni está tan seguro de sus supuestos resultados. Yo no veo tan claro que Maduro vaya a reconocer un resultado electoral. Un empresario turco acaba de firmar un acuerdo para una inversión multimillonario en un proyecto que inicia en septiembre y yo no veo a empresarios invirtiendo en condiciones de semejante incertidumbre. Creo que ellos tienen claros cuáles son los pasos que van a dar y tengo temor de lo que podría ocurrir en los días previos a las elecciones”.
El movimiento de Maduro
El presidente del régimen autoritario, Nicolás Maduro, que aparece exactamente en 13 cuadros de la tarjeta electoral, hizo un anuncio que los expertos definen como un movimiento de ajedrez para acercarse a Estados Unidos en los días previos a las elecciones. Le dio la orden a su gabinete de restablecer las conversaciones con el gobierno americano.
“Después de pensarlo durante dos meses he aceptado y el próximo miércoles se reinician las conversaciones para que cumplan los acuerdos firmados en Catar y para restablecer los términos del diálogo con respeto, sin manipulación, y además que sean diálogos públicos, sin especulación”, expresó.
Esto Podría demostrar debilidad y una forma de buscar una salida ante la posibilidad real e inminente de que la oposición gane las elecciones. Sin embargo, algo similar había sucedido con la liberación del barranquillero Álex Saab, a cambio de la entrega de ciudadanos americanos que permanecían detenidos en Caracas acusados de delitos. A pesar de que Saab era el ciudadano con más información privilegiada del régimen capturado oficialmente y acusado por las autoridades judiciales de Estados Unidos, tras años de un pleito con Cabo Verde en donde fue detenido antes de que se definiera su extradición, el empresario de las cajas CLAP, proyectos de vivienda y otras grandes inversiones y negocios de Venezuela con Emiratos Árabes y Turquía, fue liberado y enviado a Caracas en un avión oficial como si fuera un héroe.
La llegada al palacio de Gobierno fue prácticamente un recibimiento de Estado por parte de Maduro. Hubo comparsas, medios públicos esperando a Saab quien fue presentado como un detenido político y luego extensas entrevistas junto a su pareja en donde el empresario narraba cómo con valentía había resistido la prisión en celdas americanas fiel al proyecto bolivariano.
Tras ello, el Gobierno Biden fue visto como complaciente con el régimen porque el siguiente movimiento de Miraflores fue rechazar la veeduría electoral de al Unión Europea y otros países que iban a estar presentes el 28 de julio observando que las elecciones cumplieran con parámetros mínimos para que los resultados fueran confiables. Juan González, asesor de Biden para América Latina y quien se había reunido con Maduro en Venezuela antes de la liberación de Saab, salió de su cargo sin explicación. Pero expertos en política estadounidense dan por hecho que se debió a la negociación fallida que terminó como una victoria del régimen en el escenario internacional.
Otro de los requisitos del Acuerdo de Barbados, al que Maduro había llegado con la oposición, era la posibilidad de que las candidaturas reales de los movimientos políticos contrarios al régimen se mantuvieran. Pero Machado fue rápidamente inhabilitada para participar por decisión de la autoridad judicial cooptada por Maduro, la misma que decidió limitar a los testigos electorales.
Para la profesora Rojas lo que pase en los días previos a la votación será clave porque Maduro ha demostrado antes que está en capacidad de acomodar las elecciones a su favor.
“Me preocupa mucho que se de la idea de que están orquestando un golpe de Estado para suspender las elecciones o al menos aplazarlas. En las condiciones actuales un fraude electoral sería demasiado evidente. Yo no veo tan claro que haya una aceptación de un proceso electoral, todo lo que hace Maduro da más señales de un proceso de continuidad. En caso de que la oposición lograra ganar quedarían seis meses para asumir el cambio de poder hasta enero en donde podrían ocurrir muchas cosas”, explica.
De hecho, la empresa que fue contratada para entregar la tecnología de las elecciones de 2017 concluyó que hubo al menos un millón de votos irregulares entonces. En Venezuela hay votaciones cada seis años, si la oposición no logra derrotar al presidente, ya sea porque no lo consigue con votos o porque no derrumba las barreras del poder de de las instituciones del régimen, el Gobierno del chavismo lograría llegar hasta el 2030 consolidando tres décadas en el poder y un fenómeno migratorio por millones en un éxodo contemporáneo quizás sin precedentes.
La esperanza de Edmundo
El candidato que enfrentará a Maduro es Edmundo González. Se trata de un diplomático de 74 años que tiene una maestría en asuntos internacionales en la Universidad de Washington. Fue embajador de Argentina durante dos años cuando Chávez llegó al poder; había estado en ese cargo antes del 99, y luego se retiró para dedicarse a las asesorías y la vida académica. Gonzáles estaba retirado de la política hasta que Machado fue inhabilitada por el Tribunal Supremo y la idea de un frente unido que enfrentara a Maduro parecía otra vez evaporarse por las divisiones internas de la oposición que se han mantenido alrededor de figuras como Leopoldo López y Juan Guaidó, quien intentó consolidar un gobierno paralelo con el apoyo internacional.
Aunque González no tenía reconocimiento nacional, hoy sí lo tiene porque es la cara de la esperanza de salir de un modelo que llegó a ubicar la inflación en un 65.000 % y que ha ha sido cuestionado por delitos de lesa humanidad, torturas, asesinatos, persecución política, y hasta narcotráfico. Estados Unidos tiene abierta en la actualidad una investigación contra Maduro por esos hechos y sobre su cabeza hay una orden de captura.
El presidente informó este martes que la vicepresidenta Delcy Rodríguez resultó herida en el Estado de Sucre tras la caída de un árbol por el huracán Beryl. Para otros expertos consultados hay que estar muy atentos a este tipo de noticias del régimen que podrían en cualquier momento significar una jugada para afectar el calendario electoral. Hace tan solo meses Maduro desplegó tropas en Guyana por el territorio del Esequibo.
Las calles de Venezuela ante todos los recorridos de campaña de Machado parecen llenas de un ánimo diferente y de una sensación de que en estas elecciones el triunfo de la oposición, y, por consiguiente, de otro modelo económico y político, sí se va a alcanzar. Una niña posa con un cartel en el recorrido de la líder venezolana en el que se lee: “María Corina, quiero volver a abrazar a mi papá”.
Los venezolanos esperan 25 días para las elecciones. Algunos votarán por el régimen esperanzados también en mantener los beneficios a los que han accedido en los últimos años, pero que ya no se ven suficientes; muchos han cambiado de bando decepcionados de la administración. “No tenemos luz más de la mitad del año y aún así, contra todos los abusos de poder, no hubo un pueblo que no saliera a respaldar a María Corina Machado. Esta vez las cosas serán diferentes”, concluye Gandica.