La contaminación del pasado jueves de la bahía de Santa Marta por la empresa carbonera Drummond, revivió el debate en la ciudad por los problemas que está trayendo para el turismo y el medio ambiente el transporte de carbón en la zona.
Empleados de la línea de hoteles Decameron en Santa Marta afirmaron que en el mismo lugar en el que se produjo el accidente en que se vertieron cerca de 2.000 toneladas de carbón al mar, el pasado jueves, "se han hundido más de 14 barcazas y hay zonas en las que la montañas de carbón en el lecho marino alcanzan más de dos metros de altura".
Ante el suceso, la directora de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), ordenó abrir "investigación formal", para verificar cuánto fue la afectación del medio ambiente de la zona y saber cuánta fue exactamente la cantidad de carbón que cayó al mar.
Según el director del Instituto de Cultura y Turismo de Santa Marta, Fidel Vargas, "desde hace casi ocho años se han hecho los esfuerzos para denunciar el problema ante el Gobierno. La única forma de solucionar esto es haciendo el descargue directo en el puerto, proceso que está frenado porque quienes manejan las concesiones de carbón no han hechos los trámites correspondientes".
La Drummond indicó que el accidente sucedió por el mal tiempo, "que obligó a suspender el cargue de un buque y amarrar una de las barcazas a las boyas del lugar", y que, en el transcurso de la noche, el agua entró a la embarcación ocasionando su hundimiento.
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