La renuncia de Juan Manuel Santos no sorprendió a nadie. Es más, se había dicho que el viernes pasado abandonaría el cargo al que llegó el 19 de julio de 2006 para no inhabilitarse en las elecciones presidenciales de 2010.
En su carta al presidente Álvaro Uribe, es consecuente con su papel como fundador y coordinador del partido de La U que llevó al Jefe de Estado a su segundo mandato.
Por eso, aunque muestra su intención de ser candidato en 2010 deja claro que solo se lanzará a la contienda en caso de que Uribe se abstenga de aspirar a un tercer periodo.
De ahí que al igual que los ex ministros de Relaciones Exteriores, Fernando Araújo; del Interior, Carlos Holguín; y de Agricultura, Andrés Felipe Arias, precandidatos por el Partido Conservador, Santos señaló que será un "promotor" de la causa de Uribe y defenderá la política de Seguridad Democrática.
Comenzó la carrera
Aunque Santos diga que " no se retira como candidato", a partir del 23 de mayo, cuando se haga efectiva su renuncia, comenzará en firme la campaña por las elecciones presidenciales de 2010.
La última encuesta Gallup divulgada el 8 de mayo, señalaba un empate técnico entre el ministro Santos y el candidato independiente Sergio Fajardo, siempre y cuando Uribe no se postulara a un tercer período. De darse una segunda vuelta Fajardo obtendría un 38 por ciento de la aprobación y Santos, el 35 por ciento.
Antiguos compañeros de gabinete como Andrés Felipe Arias y precandidatos a la Presidencia como Martha Lucía Ramírez, Germán Vargas Lleras y Cecilia López, venían reclamando su renuncia para que se dedicara a la política.
Arias y Vargas guardaron silencio. Araújo aseguró que "ahora sí" empezó la campaña. Rafael Pardo, precandidato Liberal, advirtió que "de la indecisión del Presidente no se salvan ni sus amigos".
Guiños y regaños
Al recordar su gestión de 34 meses como Ministro de Defensa, Santos cobró factura de la aplicación de la política de Seguridad Democrática y su evolución hacia la política de Consolidación.
De ahí su insistencia en que durante este periodo se propinaron los mayores golpes a la guerrilla de las Farc y a los carteles del narcotráfico.
Su defensa al programa de Gobierno y las alusiones de Uribe al perfil que debe tener su sucesor hacen pensar que de no aspirar a un tercer mandato, el guiño presidencial será para Santos.
Pero así como la seguridad democrática los acercó hubo varios episodios en los que Santos se ganó regaños.
En diciembre de 2008 rechazó la candidatura del venezolano José Vicente Rangel, a la secretaría general de la OEA. "Es el peor enemigo que tiene Colombia", aseguró. El canciller, Jaime Bermúdez, tuvo que desautorizarlo.
En marzo de este año, generó otro incidente con Venezuela, cuando insistió en que el ataque al campamento de "Raúl Reyes", en Ecuador, se hizo en legítima defensa.
El presidente Hugo Chávez, montó en cólera y amenazó con desplegar su poder de guerra en caso de un eventual ataque de Colombia.
Santos también sacó de casillas a Uribe en mayo de 2008, cuando informó a la revista Semana la muerte del fundador de las Farc, Manuel Marulanda Vélez . Uribe dijo a los periodistas que ese tipo de información se le debía entregar a "todo el mundo".
Pero los roces han quedado ahí. Desde 2007, Santos ha asegurado en público y en privado que Uribe no aspirará a un segundo mandato.
Estas apreciaciones han sido consideradas políticamente incorrectas, si se tiene en cuenta que es uno de los interesados en los comicios del 2010, así insista en que solo quiere defender los intereses del Presidente.
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