Dándoles un cordial saludo de año nuevo a los lectores y deseándoles a todos un 2010 más positivo que el año anterior, quiero compartir una mirada del escenario político que tendremos en este año. Año electoral fundamentalmente, porque si la Corte aprueba el referendo, o mejor los referendos en curso, deberemos acudir a las urnas probablemente cuatro veces en el primer semestre: para aprobar o rechazar el referendo, para elegir congresistas y las dos vueltas presidenciales.
Sobre el referendo y la eventual nueva reelección del Presidente Uribe ya se ha dicho todo lo que había por decir, ahora dependemos es de lo que diga la Corte Constitucional, de los tiempos en que lo diga y que permitan viabilizar ese referendo antes de los tiempos electorales y de los votantes si acuden en la cifra establecida por la ley para hacer viable el referendo. Personalmente he dicho que el Presidente Uribe ha hecho una buena gestión y que lo deseable es que él salga por la 'puerta grande', se haga a un lado y pase a la historia como el gobernante que dio un giro estratégico en la lucha contra la subversión -la política de seguridad y defensa, con los ajustes que toda política pública requiere frente a las nuevas circunstancias, se va a mantener y eso no es discutible- y no que salió porque no se aprobó el referendo, por la razón que sea.
En las elecciones de Congreso creo que tendremos las tendencias de renovación parcial que hemos visto en el pasado y no creo que hayan grandes sorpresas; recordemos que esa elección está fuertemente determinada por votos que se mueven con lógicas clientelares, con simpatías regionales y con algunas adhesiones partidistas -cada vez menos importantes-. Lo interesante será valorar qué tantas curules ganan los partidos de la coalición uribista, especialmente los Partidos de la U y Conservador y cuántas los de la oposición, aunque pareciera que quien tiene más posibilidades de aumentar en este campo su representación será el Partido Liberal.
La elección presidencial presenta dos candidatos con mucha fuerza, el primero todavía sin poder abiertamente plantearlo, Juan Manuel Santos, del Partido de la U, quien lidera los sondeos de opinión y tendría al día de hoy las mayores probabilidades; y el independiente Sergio Fajardo, con opciones importantes pero que requiere apoyos de otros sectores para consolidar sus posibilidades.
Luego siguen una serie de buenos candidatos, pero ninguno con posibilidades si van solos, ni siquiera de pasar la barrera de la primera vuelta presidencial: en el orden de preferencias Noemí Sanín precandidata por el Partido Conservador, Rafael Pardo, candidato del Partido Liberal, Germán Vargas Lleras de Cambio Radical, Gustavo Petro, candidato del Polo, y Andrés Felipe Arias, precandidato conservador. A éstos habría que sumarles el que salga de la consulta entre los llamados 'tres tenores' del Partido Verde: Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Luis Eduardo Garzón.
Lo previsible es una coalición para segunda vuelta de los partidos uribistas alrededor de la opción presidencial de Juan Manuel Santos y esto convertiría a esta fórmula presidencial en primera opcionada para el triunfo; las demás fuerzas, si no logran crear una gran convergencia y hasta el momento las disputas entre los candidatos Liberal, de Cambio Radical y del Polo no dejan ningún margen al optimismo, ya que pareciera que lo que prima son posiciones de principios exclusivamente, frente a realidades electorales que no les dan posibilidad ninguna de triunfo.
Sería deseable que se conformaran dos grandes coaliciones electorales, la uribista que es más probable que se articule y la opositora o alternativa, pero todo indica que van a ser los votantes individualmente y dependiendo de la incidencia de la publicidad, quienes finalmente decidan a quién de los candidatos apoyarían en segunda vuelta.
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