El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este miércoles que nada justifica el terrorismo como instrumento de lucha política, en lo que fue interpretado como una crítica a las Farc durante una visita de su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos.
En su primera visita de Estado después de que asumió el poder el 7 de agosto en reemplazo de Alvaro Uribe, Santos llegó a Brasil en un viaje en el que los dos gobiernos firmaron ochos acuerdos de cooperación en temas de comercio, desarrollo fronterizo y seguridad.
"Nada justifica el terrorismo como instrumento de lucha política", dijo Lula durante su encuentro con el mandatario colombiano.
"Ya no somos una región de conflicto, de agitación o de censura. Brasil es solidario con el pueblo colombiano en su lucha por la paz, contra la violencia", agregó el presidente brasileño quien recientemente fue objeto de presiones para condenar públicamente a la guerrilla de Colombia.
El Gobierno del ex presidente Uribe criticó a finales de julio a Lula al considerar que el mandatario brasileño desestimó la crisis diplomática entre Colombia y Venezuela al calificarla como un "conflicto verbal".
Por su parte, Santos afirmó que el problema de Farc es un problema interno de su país.
Ese grupo guerrillero, considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, pidió recientemente un espacio para intervenir ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y exponer su visión sobre el conflicto colombiano, solicitud que Bogotá calificó de inaceptable.
Santos condiciona el inicio de una negociación de paz con la guerrilla a que liberen a las personas secuestradas, suspendan sus hostilidades y anuncien públicamente su intención de dejar las armas.
El mandatario colombiano desautorizó una vez más cualquier intervención extranjera en el tema de la paz con las guerrillas.
Farc: problema interno
"Brasil siempre podrá colaborar cuando nosotros consideremos que puede y debe hacerlo, el problema nuestro con las Farc es un problema interno, hemos pedido que se respete ese hecho. Todos los países de la región rechazan el terrorismo y rechazan los métodos violentos para lograr objetivos", dijo Santos.
Por su parte, el presidente Lula da Silva aseguró que el problema de las Farc sólo compete al Gobierno colombiano y que Brasil intervendrá en la medida en que sea requerido.
Entre los acuerdos firmados por Brasil y Colombia destaca uno que permite la residencia, estudio y trabajo en la zona de frontera a ciudadanos de los dos pases, además de convenios de cooperación técnica para el cultivo de cacao y caucho.
Adicionalmente, fueron suscritos convenios de seguridad para combatir el narcotráfico y el crimen organizado entre los dos países con operaciones aéreas, terrestres y fluviales.
El ministro de Defensa de Colombia, Rodrigo Rivera, quien hace parte de la comitiva, dijo que se avanzó en la cooperación en temas aeronáuticos a través de la firma de un acuerdo de intención para la vinculación al proyecto de producción de un nuevo avión carguero KC-390 que reemplazará en el futuro a los C-130 que utiliza la Fuerza Aérea Colombiana.
Colombia, que reconoce el desarrollo económico de Brasil y su importancia a nivel mundial, busca incrementar sus exportaciones a ese país y la inversión extranjera directa que en el 2009 ascendió a 47 millones de dólares.
Con honores
Lula da Silva recibió este miércoles a Juan Manuel Santos con una vistosa ceremonia realizada en el Palacio presidencial de Planalto, que acaba de ser reabierto tras un año y medio en obras.
Ante la blanca y ahora reluciente fachada del palacio, Santos pasó revista a un batallón de 330 soldados de los Dragones de la Independencia, regimiento de honor de los mandatarios brasileños, y fue recibido por Lula con un afectuoso abrazo en lo alto de una rampa que conduce al interior del edificio.
Allí los presidentes escucharon los himnos colombiano y brasileño en medio de salvas de cañonazos y presenciaron un desfile de soldados a caballo vestidos con uniformes de época.
Tras la ceremonia, Lula y Santos realizaron una reunión privada, a la que se unieron, más tarde, ministros de ambos Gobiernos.
Estrechar relaciones
Los mandatarios hicieron un repaso de la situación política regional y abordaron distintos asuntos de interés bilateral, con énfasis en las relaciones comerciales.
Lula ofreció un almuerzo a la delegación colombiana en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería.
Este jueves, en Sao Paulo, el mandatario colombiano se reunirá con José Serra, candidato del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y segundo en las preferencias, y con la abanderada del Partido Verde (PV), Marina Silva, tercera en discordia según los sondeos.
También en Sao Paulo, antes de concluir su visita a Brasil, que es la primera que hace a otro país desde que asumió el cargo, Santos se entrevistará con autoridades locales y con directivos de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), que agrupa a los empresarios más poderosos del país.