Nos duele el fallecimiento de Jorge Molina Moreno. Lo despedimos con tristeza y con una inmensa gratitud, esa que se merecen los hombres que hicieron de su vida un ejemplo.
Don Jorge Molina Moreno deja un legado de honorabilidad, integridad y honradez, durante toda una existencia de ejecutorias en el campo privado y público.
En su trayectoria se destaca su paso durante 35 años por la compañía Suramericana, así como su peculiar visión y perspectiva de ciudad como "Alcalde verde".
Vital y lúcido supo llenar sus días de buena conversación, arte, literatura y una curiosidad insaciable.
Un líder cívico excepcional que será recordado por las decenas de árboles que sembró y cuidó como buen amante de la naturaleza y de su ciudad, por la que vibraba con entusiasmo y buenas ideas.
Hoy, en los tallos fuertes y en las ramas que se levantan airosas, hay un pedacito suyo, un pedacito de vida y de amor por Medellín.
Cuando el entonces presidente Álvaro Uribe le impuso la Cruz de Boyacá, señaló: "cierra con broche de oro mi vida empresarial y de servicio a Medellín y al país".
Deja a su amada familia, seis hijos, en un hogar ejemplar que conformó con Gloria Villegas (fallecida), con quien estuvo casado por 63 años.
Al concluir su paso por esta vida terrenal, despedimos a un hombre ejemplar, que puso al servicio de grandes causas, su amor, su talento y su espíritu de trabajo.
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