El solo "matracazo" que sufrió a unos 100 metros de la salida, daba para el retiro. Había salido como una exhalación y en un pequeño resalto se encontró con un hueco y al suelo fue a dar. Tremendo golpe el que se dio, que lo obligó a estar, por lo menos 45 segundos, respirando profundo para tomar aire.
Pero como se trataba del gran campeón panamericano Fabio Castañeda, todo se podía esperar. Entonces, cogió su bicicleta y se lanzó, como alma que lleva el diablo, en busca de sus rivales, así la diferencia ya fuera grande.
Y como en un abrir y cerrar de ojos, ya los tenía en la recta. No alcanzaron a dar la segunda vuelta de las nueve pactadas y Castañeda ya era el líder, incluso resbalándose en varias ocasiones.
"Incidió bastante que la llantas tuvieran mucho aire y que fueran para terreno seco". De esa forma explicó los inconvenientes que tuvo en la pista, ese que los aficionados catalogaron de "mucho monstruo" ayer en la prueba de campo traviesa de ciclomontañismo que cerró el Clásico EL COLOMBIANO-Indeportes Antioquia.
Y como si fuera poco, para acabar de reconfirmar su categoría, poderío físico y habilidad, le tocó dar una vuelta sin el sillín, porque en una de las caídas este se le reventó. "En el golpe de la salida se dañó el sillín y cuando menos pensé se cayó. Por fortuna pude aguantar casi parado".
Claro que todo eso lo pudo hacer, sin temor a perder el primer lugar porque la diferencia con el segundo, John Jairo Botero, siempre estuvo por encima del minuto y medio. "Me sentí muy bien en la pista, aunque estaba un poco reventado porque había corrido las dos pruebas de ruta. Este año me ha ido muy bien, sólo perdí una sola competencia y fue con Leonardo Páez. Tuve una excelente preparación, incluso iba a correr el Clásico RCN pero una fuerte gripa me privó de hacerlo", señaló al final este Castañeda.
Con esa exuberante demostración de calidad y categoría, no se hace raro que desde el próximo año, Castañeda haga parte de un equipo europeo, el Leecougan de Italia.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
