Contundente, sencillo y sin dolor. Así, fue la final de la edición 26º del torneo Ponyfútbol. No fue el típico partido de campeonato en el que el corazón se contrae y se expone a paros cardiacos; tampoco hubo final agónico para que la tribuna se desesperara.
Fue claro y con argumentos. Un 6-0 dejó para la historia el resultado de la final entre Cristo Rey y el barrio La Francia. Casi un juego de trámite en el que se conjugó el ambiente en las tribunas con los goles que los niños iban marcando.
Campeón uno solo. Ganadores todos. Hasta el último minuto de juego, La Francia insistió en el arco que defendía Brayan Camilo Gómez, pero al final el tanto de la honra no llegó.
Los pequeños se batieron en la Marte 1 como guerreros incansables. Juan Diego Quintero fue uno de los sobresalientes, que puede sumar a su historia personal un gol olímpico en una final. En el tiro de esquina se paró frente al balón, tomó impulso y con la pierna zurda empalmó el esférico, la fortuna lo acompaño y fue la apertura para el triunfo del cuadro paisa de Cristo Rey.
Además de abrir el marcador, este volante, convirtió el segundo gol que empezó a dibujar el título. En medio de la respiración agitada al final del encuentro el pequeño contó como el sueño que siempre tuvo se hizo realidad.
"Siempre quise quedar campeón de este torneo, pero nunca pensé que iba a marcar dos goles y menos uno olímpico".
Cristo Rey, antes jugaba con el nombre de Fátima. En las ediciones anteriores le quedó faltando el centavo para el peso y alzarse con el título. En el 2008 se colgaron en semifinales; el año pasado fueron subcampeones al perder la final contra Boca Juniors de Cali. La tercera fue la vencida para los pequeños. La vuelta olímpica se volvió realidad nuevamente para un equipo de Medellín que no ganaba el torneo desde 1993 con el equipo de Coldeportes. Cristo "Rey" del Pony, un cuadro que ganó una final sin precedentes.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
