TARJETA ROJA A DIOS . Al terminar el encuentro final en el que Brasil ganó la Copa Internacional 2009 en Sudáfrica, los brasileños se abrazaron en el centro del campo y recitaron una acción de gracias a Dios. Esto desató la ira del presidente de la Federación Danesa de Fútbol, quien presentó una queja a la FIFA afirmando que "esa acción es inaceptable y crea confusión entre la religión y el deporte.
No hay lugar para la religión en el fútbol" y solicita la intervención de esa entidad "para evitar el peligro de que un partido de fútbol se convierta en evento religioso". Joseph Blatter, presidente de la FIFA, estuvo de acuerdo con esa muestra de fanatismo antirreligioso y amonestó a los jugadores de Brasil por ese gesto comprometiéndose a vetar toda manifestación religiosa en el Mundial de Fútbol 2010: es decir, le sacó 'tarjeta roja' a Dios, cuando precisamente la desaparición de los valores éticos y religiosos en el deporte 'laicista' explica por qué hay tanta violencia, doping y racismo en los estadios.
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