Rafael Nadal mostró su alegría por lo que consideró un grandísimo resultado al vencer a Lleyton Hewitt en Roland Garros, y luego su indignación por el sistema de los controles antidopaje a que se ven sometidos.
"No sé si es constitucionalmente correcto que uno tenga que decir dónde tiene que estar una hora cada día", dijo Nadal. "Es una falta de privacidad enorme. Un precio muy alto por jugar al tenis que tenemos que pagar, aunque yo soy el primero en querer un deporte totalmente limpio", añadió Rafa, que comentó que en diez días ha tenido que pasar dos de estos controles.
Uno de ellos, el lunes después del torneo de Madrid cuando se estaba bañando en Manacor y su madre le avisó de que le estaban esperando en casa, y otro en París, junto con Fernando Verdasco y David Ferrer, al que levantaron a las seis de la mañana.
"Puede pasar que una noche te des un beso con una chica que haya tomado algo y ... Las normas son excesivas e injustas", señaló Nadal que aprovechó para mostrar su apoyo al francés Richard Gasquet sancionado por dos años por positivo de cocaína.
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