Fue una batalla que puede hacer parte de los relatos más preciados de los Olímpicos. Juan Martín del Potro respondió a un amor incontestable por su patria y exigió al campeón en Londres 2012: Andy Murray.
Fueron cuatro horas de partido en los que al británico se lo vio más entero físicamente que al gaucho, pero este último apeló a su amor propio para levantar los momentos más críticos, para imponerse a los puntos de quiebre y para darle vilo a un partido que se fue a los cuatro sets.
Pero Murray puso fina la tremenda campaña de Del Potro, al imponerse, con un juego de altísimo vuelo, por 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5.
Del Potro, bronce en Londres, se quedó con la presea de plata en una gran campaña en la que eliminó al número uno del mundo Novak Djokovic y al español Rafael Nadal. Solo uno de los cinco juegos que tuvo lo pudo resolver en dos sets (ante Taro Daniel).
El campeón, por su parte sorteó con más tranquilidad a sus rivales y, dentro de los más laureados, dejó con facilidad a Kei Nishikori. Se convirtió en el primer tenista del Reino Unido en imponerse en dos Juegos Olímpicos seguidos, en individuales.