Una portada de la Revista Caras del año 2012 tenía el rostro de Vicky Dávila sonriendo. El titular hoy sería todo menos una predicción de Nostradamus. “Periodista hasta la muerte”. Pero Vicky Dávila no será periodista hasta la muerte. De hecho ya no es periodista. El 2024 fue el año en el que decidió lanzarse a la Presidencia y empezar una campaña política que hasta ahora va lenta.
Dávila se convirtió en la periodista más crítica del presidente Petro en sus dos años de Gobierno y también en el blanco elegido del mandatario como ningún otro periodista.
Luego de 30 años de carrera en el periodismo haciendo televisión, radio, digital (abrió un canal de YouTube luego de su salida de La FM) y prensa en su última etapa, Vicky decidió dar el paso a la política como lo hicieron muchos otros periodistas en el pasado. Andrés Pastrana, Juan Manuel Santos, María Isabel Rueda, Álvaro Gómez Hurtado, y muchos más.
Como periodista cubriendo a Petro tuvo varios aciertos y desaciertos pero hay un hecho incuestionable. Sus publicaciones y las portadas de Semana hicieron mella en el Gobierno y descubrieron varios escándalos poderosos que luego otros medios cubrieron en detalle. Dávila tuvo la primicia de Day Vásquez con los audios de Nicolás Petro hablando de negocios personales con aportes a la campaña del Atlántico.
También lo entrevistó cuando fue capturado y estaba en el búnker de la Fiscalía. Y en esa entrevista Nicolás dijo que su padre estaba supuestamente enterado de los aportes de varios personajes con problemas legales en el pasado.
También publicó la entrevista a Marelbys Meza que detonó el escándalo de la mujer poderosa del Gobierno, Laura Sarabia. Meza había sido llevada contra su voluntad a un polígrafo en un edificio de Presidencia y luego se conoció que estaba siendo interceptada ilegalmente y habían puesto su nombre en un expediente del clan del golfo como si fuera una criminal.
Y luego publicó la bomba de los audios entre el entonces embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, y otra vez Sarabia. Eso le costó que Petro se refiriera a ella como “la señora de la revista” en más de diez discursos públicos frente a masas y hubo otros señalamientos graves en los que Dávila quedó incluida como el de las “muñecas de la mafia”. Allí se refería a mujeres periodistas que según Petro respondían a los intereses de sus dueños y de delincuentes del narcotráfico.
Aunque desde inicios de año empezaron las sospechas de que la periodista daría su paso a la política, esta nunca lo aceptó. Tampoco lo descartó pero comenzó a hacer giras con Semana y a dar discursos en los escenarios de los gremios de sectores privados que claramente no obedecían a análisis periodísticos, sino a narrativas del poder.
Finalmente, Vicky inicia el 2025 siendo candidata a la Presidencia y las encuestas la ponen en un lugar con opciones arriba. Sin duda será el año más extraño de su vida y el país entenderá si puede derrotar los titanes del poder político y electoral.