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Los paisas no se daban aguinaldos. Tampoco les traía regalos el Niño Jesús, y mucho menos Papá Noel. No porque se hubieran portado muy mal durante todo el año y se merecieran carbón (así dice la tradición), sino porque entregar obsequios en este mes no era común.
La costumbre sí existía en España, y desde allí llegó a estas tierras. Así lo cuenta el historiador y profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana, Jaime Vásquez.
Pero antes de que la figura del Niño Dios apareciera en ese país y luego en Colombia, había un San Nicolás en Europa, específicamente en países como Austria. Este personaje surgió, precisa Vásquez, después de que tomara fuerza la conmemoración que homenajeaba a un santo del siglo IV, San Nicolás de Bari, quien “se destacaba por su caridad y, siendo obispo, daba ayuda a creyentes y no creyentes en momentos de necesidad dejando en algunos lugares de las casas, ayuda monetaria”, cuenta el historiador.
La celebración se hacía el seis de diciembre t las personas solían entregarle regalos a sus familiares. Esa tradición se expandió y tuvo transformaciones.
Cuando llegó a España, quien daba los obsequios no era ese santo sino los Reyes Magos, que aparecían un mes después de San Nicolás, el seis de enero. Ese era el día de la Epifanía, cuenta el historiador, “la manifestación de Cristo a todos los hombres de toda raza y cultura los cuales se representan en los tres personajes (tomados de textos apócrifos)”.
Y Colombia, en la época de la colonia, lo recibió de la península Ibérica, sigue el historiador. Algunos niños colombianos empezaron a encontrar regalos en sus zapatos ese día del primer mes del año, tal cual lo hacían los españoles.
Fue antes de 1800, según cuenta el profesor de la UPA, cuando se empezó a presentar una tradición que podía realizarse solo en ese momento histórico de la ciudad: hacer una fiesta con licor, pólvora y lidia de toros, un festejo que no difiere mucho de los actuales, excepto por los bovinos y por algo más: la celebración era patrocinada por el comerciante que entraba de último a la Villa de la Candelaria como se llamaba Medellín en esa época.
Esta fiesta se hacía en la fecha de llegada de los Reyes Magos y, agrega el docente, era muy importante y esperada entre la población. Esa historia la contó el cronista José Antonio Benítez en su texto El Carnero de Medellín.
No obstante, la figura del Niño Dios no apareció hasta mediados del siglo XIX. La tradición de dar regalos en nombre de ese personaje, el 25 de diciembre (día de su nacimiento) surgió como una alternativa a la fecha de la llegada de Melchor, Baltasar y Gaspar, ya que, cuenta el docente, “las sociedades buscan nuevas festividades y significaciones, y no es raro que durante ese momento en que se configuraban las nuevas Repúblicas americanas se buscara dar un significado diferente para dar regalos”.
Luego, a mediados del siglo XX, fue cuando lo que ya era una costumbre de por lo menos un siglo en Colombia, se convirtió en una fiesta más comercial, asegura el investigador. La causa, el colonialismo norteamericano que provocó que esa festividad navideña “se desacralizara” y surgiera un personaje, más norteamericano, como Papá Noel, “quien trae presentes de forma misteriosa en los hogares y encarna el nuevo sentido de la Navidad”.
Así que ese es el origen de los regalos que se reciben en nombre de diferentes personajes, aunque en Colombia el Niño Dios es el que manda.
Esto es lo que le piden seis personajes del país, destacados en distintos campos, a ese que nace justo cuando sean las 12:00 de la noche de este lunes. ¿Y cuál es su pedido esta vez?
Hacer música a pesar de todo
Camilo Patiño, vocalista de La Toma, la banda colombiana de rock latino, manifestó sus deseos al personaje que trae los regalos en este país:
“Le estoy pidiendo al universo mucha sabiduría, buenas canciones, ganas de seguir haciendo música y resistir a pesar de lo que está sucediendo en la industria, que está secuestrada por lo sintético. También le pido muchas ganas de trabajar por el arte con coherencia.
Esta Navidad la pasaré con mis padres en su casa, no hay mejor lugar en el mundo que ese. Para el año entrante deseo encontrar tranquilidad y apaciguar mis pensamientos un poco más. Este 2019 viene resistencia, continuaremos con el proyecto de La Toma a pesar de todo”.
La familia es lo más importante
El popular presentador, que ya tiene un proyecto confirmado para el próximo año, ser el conductor del programa de concurso de Telecaribe La mamá grande, le pide al Niño Dios mucha tranquilidad y bendiciones, además de buena salud para todos.
Calero, que por estos días presenta el magazine Lo sé todo, tiene un deseo por encima de cualquier otro: unión familiar, ya que para él su hogar es lo más importante y durante esta época aún más. “Estas fechas especiales son para compartirlas con los seres queridos”, dice.
Sus propósitos para 2019 son seguir haciendo lo que más le gusta, que es estar en televisión, hacer otra maestría, ojalá en comunicación política o estratégica, comenta.
Elianis quiere salud y nuevos proyectos
La actriz Elianis Garrido, reconocida por su participación en Protagonistas de Nuestra tele, y ahora por hacer parte de la novela Sin senos no hay paraíso, de la que se confirmó una tercera temporada en el Canal 1 y en la que interpreta a la malvada Dayana, señala que su deseo para el Niño Dios es “salud para mí y mi
familia. Uno con salud puede trabajar y el resto viene por añadidura.
Para 2019 tengo muchos planes y expectativas, pero prefiero no contarlos, así se cumplen (risas); lo que sí puedo decir es que este nuevo año seguiré trabajando por mejorar diferentes aspectos, buscando oportunidades, proyectos nuevos , habrá una mudanza de casa y espero conocer Europa.
Un gran cambio en su vida
Ariel Osorio toda la vida le ha pedido al Niño Dios, y según él normalmente solicita cosas para su bienestar, tranquilidad y felicidad. Este año, en el que volvió a las cámaras, reafirmó su deseo de seguir frente a ellas en 2019, por eso, en lo laboral, ese es el regalo que pide, y ojalá nuevos proyectos.
Hay otra petición: “Toda la vida me han conocido como el gordo Ariel, ahora estoy haciendo ejercicio y cuidando mi alimentación, no es que me haya molestado que me llamen así, ni que me incomode ser gordo”, explica. El propósito de cambiar va tan en serio que optó por un nuevo usuario en Instagram (@Arielosorio1) y su deseo es continuar con esa voluntad “porque no es fácil llevar tantos años con una condición física, cambiarla y cogerle amor al ejercicio”, comenta el presentador.
Equilibrar la balanza en familia
La presentadora Claudia Bahamón, quien estuvo en la pantalla de la casa de los colombianos este año gracias a su participación como conductora del reality MasterChef Celebrity, le está pidiendo al Niño Dios “mucho amor para el mundo, paz para mi corazón y mi alma, salud para mis hijos. Es todo. Durante este mes he estado mucho tiempo con mis hijos porque este año viajé tanto por trabajo que creo que la balanza se inclinó para el lado laboral y siento que debo compensar un poco. Quiero estar con ellos y con mi esposo, olvidarme un poco del mundo y rezar para que lleguen nuevos proyectos. Mis propósitos para el año nuevo son entregar amor, educar ambientalmente con una conferencia que quiero llevar a muchos lugares, además de obviamente trabajar muchísimo por mi familia”.
Tolerancia para el país
Jorge Franco, el escritor antioqueño, autor de las reconocidas novelas Rosario Tijeras, Paraíso Travel, Melodrama y la recién lanzada El Cielo a tiros, está preparando una nueva sorpresa para sus lectores el próximo año y en Navidad volverá a Medellín para reunirse con su familia.
“En lo personal mi deseo es para seguir adelante el próximo año con mi oficio. Voy a empezar la escritura de un nuevo libro y espero tener el norte claro.”
El novelista también manifestó sus deseos para los colombianos: “En lo general espero que Colombia entre más en el terreno de la tolerancia y que la literatura continúe teniendo reconocimiento y siga afianzándose en el país y en el exterior”.
Nada material para los Martínez Sáenz
Una de las parejas más reconocidas de la televisión colombiana, Kathy Sáenz y Sebastián Martínez, quienes están radicados en México por estos días, trabajando cada uno en distintos proyectos, manifestó sus deseos.
Kathy dijo: “No le pido al Niño Dios nada pues casi nunca lo he hecho. Lo que me tiene que llegar, llega de una forma desprevenido y linda... No suelo pedir cosas materiales, pero este año sí pedí prosperidad espiritual, con la que por añadidura llega la prosperidad material”.
La actriz, además nos contó que su deseo en Navidad, como en cualquier otra época del año, es “estar en la gracia y el amor de mi maestro, junto con mi familia y seres queridos”. Su pareja, Sebastián Martínez solo pide “amor y más amor”.