Un reciente estudio de Kaizen Talent reveló que el 94 % de los empleados permanecería más tiempo en una empresa que invierte en su desarrollo profesional. El dato cobra relevancia en un país como Colombia, donde, según la OCDE, la tasa de rotación laboral llega al 41 % anual, una de las más altas de la región.
En medio de este panorama, la capacitación dejó de ser vista como un gasto para convertirse en un pilar estratégico para las organizaciones. No solo permite consolidar equipos de alto rendimiento, también impulsa la marca empleadora y mejora indicadores clave como la productividad y la atracción de talento.
De hecho, de acuerdo con cifras de Randstad, una marca empleadora sólida puede reducir en un 50 % los costos de contratación y en un 28 % la rotación de personal.
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La formación como apuesta empresarial
El 76 % de los trabajadores considera que la capacitación es fundamental para el desempeño de sus funciones, mientras que el 85 % de los líderes de recursos humanos cree que la formación contribuye al crecimiento organizacional y el 90 % asegura que mejora la productividad.
Un ejemplo de buenas prácticas en el país es Cruz Verde, compañía que ha convertido la formación en un motor de sostenibilidad y permanencia del talento. En 2024 destinó más de 315 mil horas de capacitación, beneficiando a 9.547 colaboradores con un promedio de 33 horas por persona.
La compañía, que registra una tasa de rotación de apenas 2,4 %, muy por debajo del promedio nacional, ha implementado programas como:
- Escuela de liderazgo, enfocada en gestión de equipos, innovación y orientación al cliente.
- Mentoring femenino, para fortalecer el desarrollo profesional de mujeres ejecutivas.
- Certificaciones y cursos especializados, en alianza con universidades y plataformas digitales.
- Programa de habilidades blandas, dirigido a mejorar competencias interpersonales y de comunicación.
- Formación en inteligencia artificial y nuevas tecnologías, para fortalecer equipos de trabajo.
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“Invertir en la formación de nuestro talento humano es apostar por el futuro de la compañía. Este avance refleja nuestro compromiso con la equidad de género, la innovación y la construcción de un entorno donde las personas no solo trabajan, sino que crecen y transforman la organización”, afirmó Julio César Martínez, presidente de Cruz Verde Colombia.
Formación, clave contra la rotación
La experiencia demuestra que invertir en capacitación ayuda a reducir la fuga de talento y a construir culturas organizacionales más sólidas. Para Colombia, donde el recambio de personal puede representar entre el 50 % y el 200 % del salario anual de un trabajador, según la OCDE, la formación emerge como una solución urgente y sostenible.
Más que una herramienta de aprendizaje, la formación continua se ha convertido en un motor de innovación, retención y compromiso que fortalece la competitividad de las empresas y abre nuevas oportunidades para los trabajadores.
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