Días, meses y años de preparación quedan reducidos a 3.2 segundos. Ese fue el tiempo que Víctor Ortega Serna registró desde su lanzamiento en la plataforma para completar los 27 metros y tocar el agua, alcanzando velocidades superiores a los 82 kilómetros por hora.
En ese lapso el deportista debe hacer un salto perfecto para lograr una buena puntuación y evitar una lesión. Víctor lo hizo durante el fin de semana en la Copa Mundo de clavados de altura, que contó con la presencia de 32 competidores en busca de los 24 cupos al Mundial de Fukuoka, Japón (14 al 30 de julio próximo).
Retando no solo a su cuerpo sino a los nervios que le produce estar 17 metros más arriba de sus pruebas de plataforma (ornamentales), y consciente de los riesgos que se corren con una mala caída, Víctor se lanzó en siete ocasiones en busca de los puntajes para clasificar al Mundial.
“Desde el primer lanzamiento siempre tuve presente las recomendaciones que me hicieron los deportistas que llevan más de diez años en esta modalidad, y de mis compañeros: haga saltos sencillos, cumpla con lo que le piden sin extralimitarse, lo primero es estar seguro en cada salto y acostumbrarse a la altura”, recordó el paisa.
Ortega era el único debutante y logró el objetivo, alcanzando calificaciones sobre 7 y 8 puntos, para terminar en el puesto 21 con un puntaje de 249.75, lo que le permitió asegurar la casilla para el que sería su octavo Mundial, pues ya estuvo en siete como saltador ornamental.