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Lograr el subtítulo en menos de un año de conformación como club en la División Profesional de Baloncesto es más que un balance satisfactorio para Tigrillos de Antioquia, el quinteto que acaba de representar a la región en la Liga del deporte de la pelota naranja.
Ahora “nos eleva mucho más el reto, lograr el título en el próximo torneo”, señala Jorge Andrés Moreno, presidente del conjunto antioqueño, que viene de enfrentarse a Titanes de Barranquilla –tetracampeón de forma consecutiva– en la definición de la primera Liga del año.
El equipo que dirige el experimentado Hernán Darío Giraldo venía de llegar a las semifinales del certamen del 2020 y este año, superó dicha fase para dirimir el título, que el departamento no gana desde 2016 cuando el otrora Academia de la Montaña, logró su última corona.
Fueron 10 victorias y nueve derrotas el rendimiento de Tigrillos en la Liga, que nuevamente se jugó en formato burbuja en Cali, pero más allá de los números, tanto el dirigente como el entrenador ven en la apuesta por la cantera antioqueña, la clave de la buena presentación del quinteto en el torneo.
“Estamos convencidos del proyecto que tiene Tigrillos, de la proyección del talento antioqueño que se vio reflejado en los buenos números de los jugadores que estuvieron en Cali”, comenta Giraldo.
De los 12 jugadores que el equipo inscribió para el certamen, seis son formados en las selecciones Antioquia y cinco vivieron su primera experiencia con un club profesional: Santiago Velásquez, Juan José Lozano, Santiago Serna, Miguel Correa, Andrés Carmona y Octavio Muñoz, quien disputó su tercera Liga.
“Esto nos enorgullece mucho porque somos el equipo de Colombia con mayor cantidad de jugadores jóvenes y canteranos que, junto a los refuerzos extranjeros, mostraron un desarrollo muy interesante que nos va a potenciar mucho en el campeonato que viene”, comenta Jorge Moreno.
Además del aporte de los extranjeros Gelvis Solano, Antoni Vicens, Phillip Lockett y Wesley Van Beck, este último también estuvo en la Liga pasada, uno de los hombres que tuvo especial relevancia en el plantel fue el experimentado Norbey Aragón, quien pese a no estar en las instancias finales por una ruptura de tendón patelar de la rodilla derecha, influyó en el “engranaje entre los más jóvenes y los de más experiencia dentro fuera de la cancha”, indica el presidente del club.
Así lo afirmó al final de la Liga el argentino Lockett, quien se unió al equipo en medio del torneo, pero se integró fácilmente con los compañeros y al estilo de juego planteado por el cuerpo técnico.
“Si bien mi llegada se dio cuando el torneo ya había iniciado, tanto el equipo como la organización me hicieron sentir muy cómodo. Sentí que más que un equipo este club es una familia y ellos me acogieron en ella y por eso se me hizo fácil incorporarme a la dinámica y al volumen de juego que traían”, dijo el jugador.
También fue importante el aporte del dominicano Gelvis Solano, integrante de la selección de su país, que se convirtió en el capitán del quinteto.
“Es un jugador que va a disputar el preolímpico con República Dominicana. Tiene mucha experiencia, buen control, dominio del balón, con muy buen tiro, habilidades que para los jóvenes era fundamental aprender y más de una figura como él”, sostiene Moreno.
Así mismo, destaca el papel de Van Beck “el jugador más regular en anotaciones, asistencias y rebotes, para todos fue supremamente importante contar con él”.
El dirigente señala que, para el segundo semestre la idea es poder contar con los mismos jugadores extranjeros para no cortar el proceso; sin embargo, considera que es complicado retenerlos dado que las fechas en las que se disputará la Liga-2 se cruzan con torneos de países como México, Puerto Rico, Dominicana, Argentina, entre otros.
Además del buen desempeño en la Liga, otro de los réditos que le dejó este primer semestre de proceso a Tigrillos es arrancar con el enfoque de proyección internacional, uno de los tres objetivos que tiene la organización además de la formación de jugadores profesionales con estabilidad laboral y la búsqueda de títulos.
La internacionalización, explica Moreno, se refiere a la salida de jugadores a clubes de otros países, como sería el caso de Octavio Muñoz que gracias a su buen rendimiento, despertó interés en varios clubes de México.
“Es un base de gran habilidad, tiene mucho por mejorar en su tema anotador, pero que fue muy incisivo en esta Liga y eso ha hecho que pregunten por él”.
De otro lado, uno de los canteranos, Santiago Velásquez, viajará a Estados Unidos apoyado por el equipo, para participar en cuatro torneos en los que podría acceder a una beca universitaria.
En enero, el alero también asistió, junto a Miguel Correa, al campamento del entrenador puertorriqueño Carlos Morales en el International Basketball Training de Orlando (EE. UU.), en el que pulieron su técnica y aprendieron de estrategia, conocimientos que después compartieron con el resto del equipo.
Además de estas oportunidades individuales, el club planea dos giras, una a México, donde visitarán Ciudad de México, Guadalajara y Puebla en julio y una visita a Buenos Aires, Argentina, donde disputarían un cuadrangular con Boca Juniors, Obras Sanitarias y San Lorenzo en el mes de agosto, no obstante, estos viajes dependen del comportamiento de la pandemia