Acostumbrada a entrenamientos al aire libre de 4 y 5 horas al día, la voleibolista antioqueña Diana Marcela Ríos hace que, mediante actividades que ella misma diseñó, sus jornadas de cuarentena no la afecten mental y físicamente. “Esto es duro, pero bueno, hay que tener paciencia y ser responsables. En casa hago rumba aeróbica, karaoke, leo, bailo...”, cuenta la experimentada jugadora que a mediados de marzo regresó de Lima, Perú, donde participó en la primera parada del Circuito Suramericano de voleiplaya.
En ese certamen hizo pareja con la bogotana Margarita Guzmán y el sorteo les trazó un camino difícil. De entrada se enfrentaron a un dueto brasileño y luego a las hermanas Claudia y Andrea Galindo, quienes asistieron como las número uno de Colombia.
A la exigencia de las rivales hay que agregar que Diana viene en proceso de recuperación de una lesión de hombro, “que aún no ha cicatrizado”. Además, su compañera tradicional, la santandereana Yuly Ayala, fue operada de una rodilla y todavía está convaleciente.
Tras su regreso de suelo inca y por recomendación de las autoridades de salud, la paisa, que creció en el barrio El Pedregal de Medellín, inició el aislamiento, un espacio que le permite entender mucho de su vida personal y deportiva.
Llegó la madurez
Después de cinco años y medio de haber cambiado la modalidad de salón (piso) por la arena, esta emprendedora mujer, de 30 años, asegura que atraviesa su mejor momento. Por eso espera con optimismo que el mundo retome pronto su rumbo y ella pueda continuar su lucha para asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio que serán entre el 23 de julio al 8 de agosto de 2021.
El año pasado, en Chile y haciendo dueto con Ayala, lograron la clasificación a la final de la Continental Cup, que otorga un cupo para la máxima cita del deporte mundial. La fecha aún es incierta y la misión dura, “pero no imposible”, expresa. En esa ocasión vencieron a las anfitrionas y a adversarias de Venezuela y Guyana.
Esa ilusión la mantiene firme y dedicada de lleno al voleibol, pues es la única manera de conservar un buen nivel. Para que eso sea posible deberá seguir contando con el apoyo de Mindeportes e Indeportes Antioquia.
En su afán de crecimiento, por estos días Diana Marcela está dedicada a estudiar inglés y a buscar otras fuentes de ingresos económicos, pues los entrenamientos, concentraciones y viajes con la Selección Colombia le impiden vincularse a cualquier compañía a pesar de haberse graduado en Administración de Empresas en la Universidad de Medellín. Para ejercer esta profesión deberá esperar.
El poco tiempo que le queda libre lo dedica a vender ropa deportiva de la empresa Nativos, que la respalda, y a promocionar en su redes el protector solar Isdin, al gimnasio Uros y Okay, marca de bebidas saludables con aloe.
Una muestra más del empuje de esta deportista que ha entregado 18 años de su vida al voleibol y que en estos tiempos de meditación asegura que es la oportunidad de evaluar en qué se puede mejorar y aprender. “A darle valor a la vida y a la salud” .
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