Cuando Andrés Felipe Tovar Escalante, arquero del equipo Tres Aves María de Barranquilla, vio que su compañero elevó el cobro del primer penalti y él no pudo tapar el del rival se desesperó.
Peor aún cuando erraron el tercer disparo y el marcador se puso 2-1 en contra, faltándole tres ejecuciones al Cúcuta, que quedaba en inmejorables condiciones para clasificar.
Lo inesperado, sin embargo, sucedió: el elenco cucuteño falló los lanzamientos, siendo el quinto el de la consagración de Andrés Felipe, que lo desvió y que significó la clasificación.
El llanto no se hizo esperar en el bando perdedor, y la alegría fue desbordante entre los barranquilleros, que pasaron el trago amargo del mal comienzo, cerrando por lo alto, con un definitivo 3-2.
“Yo sabía que Dios nos iba a premiar y que yo iba a ser la figura. Le pedí de rodillas que no nos dejara perder y que yo salvara mi equipo y así fue”, dice Tovar, quien como era lógico fue declarado la figura del encuentro y por eso todos los medios de prensa lo buscaron.
El arquero del onceno costeño, tiene una gran virtud en este torneo: en los minutos reglamentarios no ha recibido gol. Significa que lleva 300 minutos invicto. Ayer solo pudieron derrotarlo en dos ocasiones, desde el punto penalti. Es el único, de los 32 cancerberos que han estado en el ponyfútbol, edición 34, que se puede dar tamaño lujo, tener en blanco la valla.
“Me gusta el puesto de arquero, porque me da la oportunidad de lucirme. Aunque muchas veces por un solo error se puede perder y uno es el sacrificado. Pero no me interesa, porque sé que en este puesto soy figura y me gusta que me exijan”.
Se declara hincha del Junior y seguidor de Sebastián Viera, quien cuida el arco tiburón. También amante del fútbol del Barcelona y un crítico cuando se habla de que la Selección Colombia posiblemente tenga un guardavallas extranjero.
“En mi país hay muy buenos arqueros y no necesitamos para ese puesto gente de afuera. Hay muchos que trabajan para ser titulares, pero debemos saber que solo juega uno por puesto y David Ospina es el mejor en este momento”, dice quien este año adelantará el séptimo grado en la Fundación El Salvador de Barranquilla.
Tiene 11 años y lleva tres con el club Atlético Colombia de Barranquilla, con el que espera formarse y dar el salto a selecciones y equipos profesionales.
“Yo voy a ser profesional, voy a trabajar muy duro para conseguirlo, por eso practico diario y me esfuerzo en cada partido por ser el mejor. Me alegra mucho cuando de la tribuna me gritan ‘¡pipe sos el mejor!’ Creo que eso lo hace a uno grande”.
En la cancha es el capitán del onceno, les grita a sus compañeros, los acomoda y los anima. “En este puesto uno se da cuenta como está el equipo, pero principalmente los defensas. Yo me mantengo atento a que no descuiden la marca y eso ha permitido que no nos hayan hecho ni un gol. Así vamos a seguir, hasta la final. Estamos a un solo paso, nos falta poco”.
Una cosa sí queda clara: todo lo que expresa este pequeño jugador lo hace con mucha firmeza y con el convencimiento de lo que va a conseguir .