El Atlético de Madrid, que ayer no tuvo en cuenta al colombiano Jackson Martínez, así haya estado en el banco de suplentes, fue eliminado de la Copa del Rey por el Celta que jugará las semifinales después de 15 años.
Ante 36.000 personas en el estadio Vicente Calderón, el equipo colchonero cayó por 2-3. Un formidable y merecido premio a la valentía del equipo celeste, que salió a ganar sin especular ni un solo minuto y que venía de empatar 0-0 en la ida, en un ejercicio ambicioso, de buen fútbol, fuerza y pegada en ataque con el que desdibujó al Atlético en su casa.
Le hizo tres goles al conjunto rojiblanco, que solo había encajado 13 en los 32 encuentros anteriores de esta temporada.
Nadie se reservó nada desde el inicio. Ambos elencos se enfrentaron con intensidad y ambición, con la batalla por cada balón y cada posesión como si fuera la última, la definitiva de la eliminatoria.
En el otro compromiso de cuartos de final, el Barcelona, con goles de Luis Suárez, Neymar y Gerard Piqué, derrotó por 3-1 al Athletic Bilbao y también avanzó a semifinales.
Este jueves se definen las otras llaves de cuartos de final con los duelos Mirandes-Sevilla y Las Palmas-Valencia.