Es un hombre maduro. Quizás demasiado para los 21 años recién cumplidos que tiene. Cuando habla, parece mayor. Conversa y reflexiona con la sensatez que da la experiencia. De esto último tiene mucho, sobre todo en el fútbol. Miguel Monsalve debutó con el DIM cuando tenía 16 años. Con tiempo, paciencia y trabajo, logró un sueño. Después brilló y atrajo la atención de Gremio de Brasil. Este joven, al que le gusta escuchar salsa, reguetón y electrónica, y jugar Play en su tiempo libre, es una de las figuras de ese equipo. Desde su casa, en Porto Alegre, conversó con este diario.
¿Cómo fue pasar el primer cumpleaños lejos de la familia?
“Fue un poco diferente. Sin embargo, estuve feliz. Lo pasé en un entorno muy bueno. Además, viviendo el sueño de jugar en el extranjero”.
¿Cómo han sido estos casi nueve meses en el fútbol de Brasil?
“Fue algo duro al inicio porque no había jugado en un equipo diferente al DIM. Sin embargo, por fortuna, desde que llegué todo se me dio muy bien. Eso hizo más fácil la adaptación. Ahora estoy en un club grande del continente, campeón de Libertadores y de Mundiales de Clubes, como Gremio. Me siento feliz y agradecido con la vida por la oportunidad de llegar a este lugar, el indicado para mí”.
¿Cómo se dio la transición del Medellín a Gremio?
“Fue muy inesperada. Yo estaba haciendo una gran Copa Sudamericana en 2024, pero no me fijaba en lo que podía llegar. Estaba muy tranquilo. En eso, de un día para otro, me dijeron que Gremio hizo una oferta y el DIM la había aceptado. Lo que restaba era cuestión mía, si la quería aceptar o no. Todo fue muy rápido”.
¿Qué pesó para aceptar?
“De parte del Medellín, que necesitaban esa venta por temas económicos. Después, en mi caso, fue difícil porque mi sueño es ganar un título con el equipo. Estábamos bien en la Sudamericana y yo en un buen momento. Pensaba que en los seis meses finales del año podíamos ganar un título y que después aparecieran otras opciones. Sin embargo, vi la magnitud del club al que iría y pensé que era un paso importante para mi carrera. Fue la mejor decisión que pude tomar”.
¿Le dio duro irse del equipo en ese momento?
“Sí. Para mí fue muy duro. Primero, por el tiempo que llevaba en el equipo. También porque llegó cuando sentía que estaba en el mejor momento desde que debuté. Jugaba en una copa internacional, siendo capitán, con el ‘10’. Era de esos momentos que uno quisiera alargar. Sin embargo, la vida y el fútbol son tan inciertos que uno no puede dejar pasar las oportunidades. Quizás, de haberme quedado, no se sabe qué hubiera pasado. Me dio duro porque teníamos todas las chances para llegar a una semifinal. Pero bueno, son cosas del fútbol. Por fortuna, tomé la mejor decisión. Este era el momento para irme, para crecer y madurar”.
¿Le dolió la derrota ante Lanús?
“Sí, mucho. Estuvimos muy cerca de pasar. Todo el mundo se ilusionó. Haber perdido por penales, una vez más, como ocurrió en finales en las que yo estuve, fue una desazón muy grande para el hincha”.
¿Cómo fue asumir el rol de capitán siendo tan joven?
“Fue algo soñado. Uno siempre quiere alcanzar esas cosas. Todos los jugadores tenemos objetivos personales, y cuando uno tiene esa responsabilidad trata de ayudar a los demás. Los otros me veían como una persona en quien confiar: serio, trabajador, respetuoso, que ayudaba. Creo que por eso fui capitán tan joven. Soy una persona madura, con mucho carácter. Además, asumí el rol en un momento complicado porque veníamos de perder una final. Eso me ayudó a crecer muchísimo. Para mi familia, que es hincha del equipo, fue algo especial”.
¿Cómo fue pasar de estar en casa a estar en otro país?
“La adaptación se me hizo fácil. He logrado aprender el idioma. La ciudad es muy buena, nos ha gustado mucho. La compañía de la familia y de mi novia ha sido muy importante porque yo nunca había salido a otra ciudad. Además, estoy jugando, que es lo más importante para un futbolista”.
¿Cómo es un día suyo en Brasil?
“Son bastante largos. Me levanto temprano, voy al club, desayuno y luego hago un poco de gimnasio y movilidad antes de entrenar. Entrenamos, después hago recuperación y almuerzo. Llego a casa, estoy con mi novia y mi familia. Dependiendo del calendario, voy con mi entrenador personal o entreno en el gimnasio. En la noche juego Play con los amigos o veo partidos”.
¿Hace cuánto tiene entrenador personal?
“Desde hace mucho tiempo. Creo que todo empezó cuando tenía once años. Mi papá siempre quiso que fuera jugador. Yo también. Me vio talento y me ayudó. Primero entrené atletismo para mejorar la velocidad. Después empecé con un entrenador de lleno, que era Cristian Osorno, ahora director de rendimiento de Millonarios. Luego Mao Molina me ayudó. Aquí en Brasil encontré una persona muy capacitada en el tema, que ha entrenado jugadores de talla mundial. Eso ha sido un plus. Sé que es algo importante para alcanzar cosas más grandes”.
¿Qué tan diferente es el fútbol colombiano del brasileño?
“Yo creo que acá es más intenso, más físico. El ritmo de la liga es distinto. Son detalles futbolísticos que los siente más el jugador, pero el espectador no los ve. Por ejemplo, el tema del tiempo. Hay balones en los que uno cree que está solo, pero en pocos segundos lo presiona un rival”.
¿Qué ha sido lo mejor que ha vivido en Brasil?
“El Mundial que yo viví con más emoción fue el de 2014, que fue acá. El hecho de jugar en los estadios que vi por televisión y enfrentar futbolistas que observé ha sido bonito y me hace dimensionar lo que estoy viviendo. Además, estoy en un equipo grande, he hecho goles y la gente me ha dado mucho cariño”.
¿Cuál ha sido el jugador que más lo ha sorprendido?
“Paulo Henrique Ganso, del Fluminense. Todo el mundo sabe que es un crack, pero a la hora de enfrentarlo es distinto. Uno no sabe cómo hace lo que hace. No es rápido, no te dribla, pero siempre tiene un pase, una jugada. Es increíble”.
¿Le hace ilusión enfrentar a Neymar en el Brasileirao?
“Sí, mucha. Espero ese partido con ansias para poder abrazarlo, tocarlo, alguna cosa, sentir cómo es Neymar (risas), porque es uno de los ídolos más grandes que yo tengo. El hecho de tenerlo acá es vivir un sueño que uno veía imposible. Enfrentarlo será especial”.
En 2024 se habló de un interés del Real Madrid, ¿sí ocurrió?
“Eso fue algo que me dejó frío. El hecho de que te mencionen en el equipo más grande del mundo es increíble. Uno sabe que para llegar allá hay que seguir haciendo cosas importantes. No es imposible, pero hay que trabajar más para crear un nombre. Lo del interés fue que ellos tienen una red de scouting por posición y mi nombre estaba. Eso me dio una noción de lo que puedo lograr”.
Por su nivel, ¿cree que está cerca la convocatoria a la Selección?
“Para mí, eso es un sueño. Creo que he hecho los méritos suficientes para ser convocado. Seguiré trabajando y haciendo cosas que me den más argumentos para que mi nombre esté ahí. Es uno de los objetivos más grandes que tengo este año. Quiero estar en el camino para poder jugar el Mundial; me hace mucha ilusión. Lo veo cerca. Esperemos que se pueda dar este mes, y si no, entiendo que tienen un grupo muy sólido y respeto tanto a los jugadores como al entrenador.”
Este año jugará la final estadual contra Inter, ¿cómo es esa rivalidad?
“Es especial. Hay mucha pasión y me gusta mucho. Se parece a lo que vivíamos frente a Nacional. La ciudad es muy futbolera y acá se vive con intensidad. La final será algo muy grande. Gremio buscará ser campeón una vez más, y esperemos lograrlo. Esta es la rivalidad más fuerte que hay en Brasil.”
¿Tiene cercanía con Borré y Cuéllar, colombianos que viven en Porto Alegre?
“Con Rafa tengo una buena relación. Me acogió mucho desde que llegué; es una gran persona. Sin embargo, en esta final queremos ganarle con Gremio. Con Cuéllar, que es compañero, también tengo una buena relación; es una gran persona.”
¿Los sorprendió algo de la hinchada de Gremio?
“Esta hinchada siempre llena el estadio y es muy imponente. A los rivales les hace sentir que son visitantes. Para uno, que viene con esa pasión de Medellín, es algo que motiva mucho.”
¿Cuál es su mayor sueño?
“Poder jugar el Mundial del 2026 y hacer una buena presentación. Sería un gran paso en mi carrera”.
¿Cómo ve al DIM en 2025?
“Muy bien. Da ganas de verlo jugar. Están jugando bien. Esperamos que sigan así y que nos puedan dar un título este año. Los hinchas lo merecemos hace rato. El fútbol ha sido injusto con nosotros”.
La persona más allá del jugador
¿Qué es lo que más extrañas de Colombia?
“Mis amigos y la comida.”
¿Cuál era su comida favorita aquí y cuál la de Brasil?
“El mondongo. Acá me gusta mucho tomar guaraná, que es la gaseosa típica”.
¿Películas o series?
“Series, porque son un poco más reales y tienen más suspenso. En las películas, uno ya sabe qué va a pasar desde el inicio”.
¿Qué le da miedo?
“La muerte, por la incertidumbre de no saber qué hay después de dormir para siempre”.
¿Juanfer o James?
“Juanfer, porque como él solo hay uno. Es el talento más grande del país”.