En el fútbol colombiano, algunas veces, el VAR parecer ser ciego. En los partidos de la Liga Betplay se utilizan 13 cámaras, que cubren toda la cancha, para que los asistentes de video observen las acciones que ocurren durante el encuentro y, en caso de ver algo extraño, que se escape a la vista del central, informarle.
El VAR solo puede intervenir cuando hay un posible fuera de lugar, un posible penalti, si se produce una jugada de expulsión que el árbitro principal no vio, o cuando tomó la determinación de sacar una tarjeta roja, pero la acción podía suplirse con una amarilla. En otras situaciones, la herramienta tecnológica no se podría usar.
Sin embargo, en el partido entre Atlético Bucaramanga y Águilas Doradas, que se disputó el fin de semana pasado, los asistentes de video, que son como el Gran Hermano de Orwell en 1984 y se supone que lo ven todo, pasaron por alto la jugada donde Bayron Duarte, del cuadro leopardo, le metió un codazo en el rostro a Cristian Blanco, del cuadro antioqueño.
¿Cómo fue la jugada que pasó por alto el VAR?
Sin embargo, sí hizo contacto con el cuerpo de su rival después de un movimiento “antinatural” con el brazo derecho: lo amplió mucho, en exceso, tanto que terminó dándole un codazo en el rostro a Blanco, quien de inmediato se fue al suelo.
La jugada no fue vista por el central. El VAR tampoco lo llamó. No obstante, tuvo una consecuencia grave para el jugador: debió salir de la cancha tras recibir el golpe, mientras que después se confirmó que sufrió una fractura en su nariz.
Por el momento, Águilas Doradas no ha emitido un comunicado en el que indique si el futbolista será operado o no. Sin embargo, la jugada sigue generando polémica en redes sociales y muchas personas se preguntan si, en realidad, la presencia del VAR en el fútbol colombiano le suma justicia al espectáculo del fútbol. La cuestión, por ahora, no tiene respuesta clara.